La Policía francesa ha detenido este sábado por la noche a dos hombres con antecedentes policiales y que podrían estar implicados en el robo de joyas en el Louvre, según asegura el diario francés Le Parisien. Al parecer, según barajan las autoridades francesas, los dos formarían parte de la banda de cuatro criminales que consiguió sustraer las piezas de los reyes franceses en tan solo siete minutos. La principal hipótesis es que lo habrían robado por un encargo. Uno de ellos, además, ha sido detenido justo cuando planeaba huir a Argelia.
Tal y como detalla el citado periódico y confirman también otros medios franceses, la operación oficial se ha llevado a cabo por agentes de policía de la Dirección Nacional de la Policía de Fronteras (DNPAF), quienes han entregado a los dos detenidos a la Policía Judicial de París, encargada de las investigaciones. La operación de detención se ha activado, precisamente, cuando las autoridades policiales tuvieron conocimiento que uno de ellos planeaba salir de Francia en dirección a Argelia, por lo que ha sido detenido rápidamente en el aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle de París. Posteriormente, han detenido al segundo sospechoso en Seine-Saint-Denis, a las afueras de la capital francesa, lugar de donde además son originarios los dos.
Los dos se encuentran ahora bajo custodia policial, donde pueden permanecer hasta 96 horas. Al parecer, son de origen francés, tienen alrededor de 30 años y estaban ya en el radar de las autoridades, ya que cuentan con antecedentes policiales por otros robos cometidos en París. La Policía cree que el móvil de los hechos sería un robo por encargo e investiga ahora cuál es su implicación en el asalto mientras se sigue trabajando para identificar al resto de cómplices y de miembros del grupo criminal que realizó el robo. Por ahora, la Policía sigue sin encontrar el botín con el que se hicieron los ladrones.
La Policía Judicial de París trata además de averiguar quién fue el autor o los autores intelectuales detrás del atraco y si forman parte de una organización tradicional de crimen organizado, que habría robado las joyas para conseguir dinero, o si se trata de una red de tráfico de arte. Por el momento, más de un centenar de policías están movilizados para localizar a todos los autores e intermediarios de los hechos.
Tras conocerse la detención de estos dos sospechosos, el ministro de Interior francés, Laurent Nuñez, ha enviado sus felicitaciones a los investigadores por haber trabajado «sin descanso» tal y como les pidió, además de reiterar que tienen toda su «confianza». «Las investigaciones deben continuar respetando el secreto de la investigación bajo la autoridad de la jurisdicción interregional especializada de la Fiscalía de París. ¡Lo haremos con la misma determinación! ¡Seguimos adelante!», ha expresado a través de su cuenta de X.
Tal y como han declarado desde la Fiscalía de París, las autoridades han tomado más de 150 muestras de rastros humanos para poder identificar y localizar a los implicados. Así, además de ser grabados en varias ocasiones mientras cometían el robo, dejaron elementos como un guante, los chalecos que utilizaron, o un casco de moto, de donde los investigadores han podido obtener muestras de cabello pertenecientes a uno de los ladrones, probablemente el primero en entrar al museo.
Asimismo, también dejaron en el lugar de los hechos el montacargas que utilizaron. Según las pesquisas, lo habrían comprado pocos días antes del asalto a través de una web de venta de objetos de segunda mano a un vendedor que quería deshacerse del elevador.
Unas joyas valoradas en 88 millones de euros
Las ocho piezas robadas, justo hace una semana, están valoradas económicamente en 88 millones de euros, aunque su valor patrimonial es incalculable. Estaban expuestas concretamente en la denominada Galería de Apolo del que es el museo más visitado del mundo.
Los ladrones consiguieron acceder a la pinacoteca a través de un montacargas y de una radial y sustrajeron diademas, collares y pendientes pertenecientes a la colección de Napoleón y los reyes franceses. Tras ello, huyeron con el botín, aunque en su marcha perdieron la corona perteneciente a la emperatriz Eugenia de Montijo.
Los hechos, que se han producido en medio de la crisis política que sacude Francia, han puesto de relieve también la fragilidad de algunas instituciones culturales del país galo. De hecho, el propio ministro de Justicia ha reconocido «fallos de seguridad» en el Louvre y durante esta semana ha salido a la luz un informe aún no publicado del Tribunal de Cuentas en el que se detalla que existen retrasos «considerables y persistentes» en el despliegue de los nuevos equipos de vigilancia del Louvre.
Además, el ministro del Interior pidió el lunes a todas las instituciones culturales del país que revisasen sus sistemas de seguridad. Este viernes, por otro lado, una parte de la colección de joyas del Louvre fue trasladada desde el museo hasta el Banco de Francia bajo un fuerte dispositivo policial, una decisión que se ha tomado para proteger la colección bajo una mayor seguridad. Se desconoce cuándo será posible exhibirla nuevamente en el museo.