Desde que San Telmo adquirió en 2010 por primera vez una obra de Esther Ferrer –’Le fil du temps’–, la pequeña colección del Museo … sobre la artista donostiarra se fue ampliando hasta la media docena de creaciones que recorrían su trayectoria. Sin embargo, en la colección faltaba una línea de trabajo fundamental en la carrera de Ferrer: alguna obra de la serie ‘Poema de los números primos’. La compra en la pasada edición de ARCO de la obra número 40 viene a llenar ese vacío.

Se trata de un díptico realizado en hilo y rotulador sobre lienzo, con unas dimensiones de 130 por 100 centímetros cada pieza. En total, 2,60 metros de ancho por un metro de largo que actualmente permanece en Gordailua y que San Telmo espera mostrar al público a partir del próximo año.

Se trata, además, de una de las últimas obras que al menos hasta comienzos de año había realizado Esther Ferrer (Donostia, 1937), que trabaja en distintos formatos y soportes de la serie ‘Poema de los números primos’ desde los años 70. Los números primos son aquellos que tienen únicamente dos divisores positivos distintos: él mismo y el 1, es decir, 2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23, 29, 31…

Una serie pendiente de obra

«Inicialmente, el museo no tenía intención de comprar otra obra de Esther Ferrer en estos momentos», explica la responsable de San Telmo. Sin embargo, «éramos conscientes de que nos faltaba alguna obra de los números primos». Ninguna de las propuestas que llegaron al museo convenció a sus responsables, pero este díptico «nos llamó la atención porque tiene un tamaño muy potente. Es una pieza muy ‘museable’ por sus dimensiones», señala la directora del museo donostiarra.

Detalle de 'Poema de los números primos' adquirida por San Telmo.

Detalle de ‘Poema de los números primos’ adquirida por San Telmo.

MST

Soto explica que los números están cosidos al lienzo, lo cual invita a exponerla de tal forma que el espectador la vea por los dos lados «ya que la parte posterior muestra perfectamente todo ese trabajo manual y artesanal», lo cual convertía a la pieza en «diferente, original y muy significativa» dentro de la propia serie de los números primos. Además, «en el momento de la compra era la última obra que había producido Esther porque en 2024 fue cuando la creó. Nos pareció una obra que cerraba el ciclo de la representación en San Telmo de esta artista y lo hacía además con una pieza fundamental de una serie que nos faltaba», indica Susana Soto.

A pesar de que el punto en concreto en el que se expondrá está aún por decidir, sí está claro que se instalará en la sala dedicada al arte vasco. «Es verdad que ahora está la exposición que montó Peio Agirre ‘100 años. Lo moderno y/o lo contemporáneo’ que se irá renovando con la incorporación de nuevas piezas. Aunque lo habitual es que las nuevas adquisiciones no se incorporen de inmediato a las exposiciones, sino que se aguarda a la renovación de la muestra para que no altere su discurso, «en el caso de Esther Ferrer sí nos planteamos estudiar de qué forma puede pasar antes a su exhibición al público», algo que en todo caso no sucederá antes de 2026.

Aunque propiedad del museo donostiarra desde hace quince años, ‘Le fil du temps’ no es fácil de contemplar en San Telmo ya que se trata de «una de las piezas más viajeras que tenemos. Nos la han pedido para muchísimos proyectos y exposiciones. Es una obra muy icónica y muy especial en la trayectoria de Esther por su carácter escultórico». Posteriormente, San Telmo compró los autorretratos en impresión digital y en vídeo de la artista donostiarra, así como piezas de la serie ‘En el marco del arte’, hasta un total de seis obras que ahora se amplía a siete con este ‘Poema de los números primos 40’.

La obra en cerámica en la plaza elevada del TAV, para comienzos de año

La futura plaza elevada anexa a la fachada posterior del centro Tabakalera acogerá a comienzos del próximo año otra obra de Esther Ferrer, perteneciente a su serie ‘Poema de los números primos’, que será su primera instalación permanente. La obra, de entre doce y quince metros cuadrados de superficie, está conformada por 7.360 piezas de cerámica verdes, azules, doradas y blancas, que se colocarán en el pavimento de la plaza elevada sobre la nueva estación del TAV en Donostia. Aunque la instalación de la compleja obra, donada por la artista al Ayuntamiento donostiarra comenzará a finales de este año, la apertura al público de la plaza no tendrá lugar hasta finales de enero, según las previsiones. Ésta será la primera instalación permanente que realiza Ferrer, al margen de la que llevó a cabo para el Artium de Vitoria en 2003, ‘Números primos’, compuesta por 10.000 piezas de cerámica, posteriormente reubicada. Esther Ferrer ya fue la encargada de inaugurar en 2019 la nueva sala de exposiciones de Tabakalera con la muestra ‘2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23…’.