Confiesa la artista alemana Lisa Dengler que las obras que actualmente se pueden contemplar en Etesian Gallery suponen el trabajo «más personal» que ha realizado hasta la fecha. Se trata de la segunda individual que protagoniza en el espacio expositivo de Ciutadella, por donde ya pasó en 2023 para realizar una residencia artística, y lleva por título «Press Pause», que hace referencia a un paréntesis obligado por causa de una enfermedad y a las ganas de pulsar ‘play’ de nuevo.

Una colección en la que hace gala de su condición de artista multidisciplinar, principalmente a través de piezas escultóricas y fotografías modificadas con personales procesos creativos, junto a cuadros que parecen pinturas pero esconden materiales diferentes. La propuesta de una creadora que se licenció en arquitectura en Canadá y que continuó explorando y manifestando su trabajo visual mediante una carrera que se abrió camino también a través de la moda, el diseño gráfico y la fotografía.

Dengler comenzó a tallar piedra en 2019 en su estudio de Brooklyn, con tan solo un martillo y un cincel, y desde entonces su práctica artística ha viajado por muchos países, desde Los Ángeles y Nueva York hasta Ciudad de México, pasando por Austria, Italia y España. Recientemente ha trasladado su base a Maastricht, donde tiene un estudio en un antiguo edificio industrial en el que, tal y como explica, fabricaban cemento a partir de la versión local del marés, llamada mergel.

Fruto de ese espíritu viajero que caracteriza a la artista, el paso por la Isla le ha marcado de una forma especial. «Me siento atraída por la energía de los lugares, y Menorca tiene una que me atrapó de inmediato». Una sensación, argumenta, que se acentúa en temporada baja, «cuando parece que tienes la naturaleza para ti». Una época en la que todo es «más salvaje. Te hace sentir que no perteneces allí, que eres una visitante y tienes que adaptarte a los estados de ánimo de la Isla. Es como cuando miro las estrellas. Siempre me hacen sentir insignificante. Esa desaparición del ego, del egocentrismo, te abre a la energía del mundo natural que te rodea. Y eso, a su vez, te permite conectar con otros seres. Siempre que visito Menorca, nunca quiero irme. Siempre tengo que planear un regreso».

En lo que se refiere al proceso creativo, reconoce que «es difícil discernir dónde empieza cada obra, si surge de la exploración de cada material en sí mismo y luego en su forma, o tal vez la forma siempre está al fondo de mi mente, esperando surgir». Lo que sí tiene claro es que «mi enfoque autodidacta me da una inmensa libertad para explorar, habiendo dejado de lado cualquier idea preconcebida sobre cómo deberían hacerse las cosas. Así, muchas de mis obras son juegos, exploraciones, y tampoco están limitadas por ser escultura, arte mural, cerámica… Se convierte en un proceso puramente intuitivo, y esta exploración es lo que me mantiene creando», concluye.

«Press Pause». En Etesian Gallery, hasta el 8 de noviembre.