La gasolina corre por las venas de Marta García (Dénia, agosto del 2000) desde que se pusiese al volante por primera vez con solo nueve años. Más de una década después en un deporte mayoritariamente masculino, coronada como la primera campeona de la historia de la Fórmula 1 Academy, la piloto valenciana de Iron Dames, con las que compite en la Michelin Le Man Cup, repasa su trayectoria en 20minutos.

¿Cómo le picó el gusanillo del automovilismo?

Empecé a correr con 9 años. Siempre me había gustado el mundo del motor, e iba con mi padre al circuito, al karting y todo esto. Y un día pues fuimos mi hermana, mi padre y yo al karting de Las Palmeras, ahí en Sueca. Y bueno, me gustó mucho y le dije a mi padre de volver al karting para volver a rodar allí. La siguiente vez que fuimos habían karts de competición rodando justo en la pista. Entonces nada, preguntamos cómo funcionaba todo. Nos dijeron que hacían un curso de competición en el año 2009 y me apunté. Como ellos veían que iba bastante bien, bastante ligera con el kat y todo esto, me dejaron probar un kart de competición. Me molaba mucho. Era como diferente a todos los deportes que había hecho, porque siempre he hecho mucho deporte en plan, karate, tenis, golf, natación… pero también como que me faltaba algo en todos, como una motivación de seguir. No sé, conducir era como diferente. Era más divertido y más interesante. Luego, ya a partir de ahí hice el curso ese y bien. Fuimos a ver una carrera de del campeonato valenciano karting y le dije a mi padre que quería hacer eso. Mi padre me compró un kart cuando tenía nueve años. Entonces empezó a correr mis primeras carreras en el 2010. De ahí empecé a corre el campeonato regional, el Campeonato Valenciano. Luego, ya en 2011 el campeonato de España. De hecho, fui la primera niña que hizo podio campeonato de España en 2011, un año después de haber empezado a correr. La verdad es que progresé bastante bien. Karting desde los 10-11, hasta los 16. Luego me hice mi primer año de Fórmula cuatro 2016/2017, que estaba con el junior team de Renault. Y a partir de ahí, ya, no había mucho presupuesto y tuvimos que volver al Karting. Mi padre tampoco quería pagar nada más, me dijo que si no conseguía yo por mí misma dinero o sponsors, pues que no podía pagar. Entonces nada. En 2018 volvimos al karting, fue como un paso atrás, por así decirlo. Fuimos en 2018 al campeonato de España de Karting. Luego, ya en 2019, justo llegaba la W Series, que es lo que hice durante 2019, 2020, que había covid y no corrimos, un poco caótico, 2021, 2022 corrimos W series, y ya luego hicimos la Fórmula 1 Academy en 2023, que es donde gané, y en 2024 Regional y este año o GTs. Así, resumidamente, es un poco.

¿Cómo se empieza en un deporte en el que el apoyo económico es fundamental?

Yo creo que es el deporte más caro, con diferencia. ¿Cómo se entra? Yo tuve la suerte de que mi padre en ese entonces tenía una empresa que iba bien y podía permitirse pagar el karting al principio, que igual te puede costar entre 2000 y 3000 euros. Ya en el campeonato de España, 3000-4000. Entonces, ir haciendo estos esfuerzos a él tampoco le costaba tanto psicológicamente, porque a él le gustaba mucho el mundo motor. Entonces yo tuve la suerte de que mi padre tenía buena capacidad económica. Entonces bueno, me pudo pagar mis primeros años del karting hasta el 2015 o 2016. Luego ya te digo que me dijo que ya no iba a pagar más en 2018, y que si no encontraba a nadie pues obviamente no iba a poder pagar. Yo creo que si vienes de una familia muy humilde, que no tienes ese presupuesto para poder comprar un kart, ir a entrenar y hacer una carrera, es que es imposible que llegues a ningún sitio, pero porque el dinero es lo que manda. Si no hay dinero desde un inicio es muy complicado, porque al final necesitas el apoyo familiar económico también. Que tu familia quiera que corras, que apoye económicamente, porque tú solo con 7 años no vas a pagarte… Si no tienen esa capacidad económica tus padres, pues es muy complicado. Por eso también se ve mucha gente que tiene mucho dinero en el mundo del motor. Son los que más pueden hacer porque son los que más dinero tienen.

En Renault fue el dinero el motivo de tu salida. ¿Qué pasó?

Recuerdo que me dijeron que no me preocupase del dinero en Renault, ‘nosotros nos encargamos de tal tal cual’. Y yo, claro, niña pequeña también, pues no me preocupo, me centro en conducir y ya está. Luego es verdad que con mi padre sí que había que intentar que se pagase un 50-60% de la cantidad económica, que al final es mucha pasta en un campeonato, por ejemplo, de F4 en ese entonces igual costaban 200.000 euros o 150.000. Ellos ponían como un 20 o un 30 y tenías que poner todo lo otro. Entonces ya hubo poco más de mal rollo, digamos, cuando de repente es como que ahora nos están pidiendo que paguemos cuando nos habían dicho que tal. Entonces hubo pues mal rollo, por así decirlo. Y aparte que el objetivo de Renault era que quedase entre las tres primeras en el campeonato de F4 de 2017, lo cual no hice en mi primer año de F4, y entre eso y lo otro acabé con la Academia. Pero sí, el dinero era, sobre todo, ahora ya no tanto, porque hace tiempo que gracias a Dios no tengo que estar pagando por competir, pero el dinero hasta 2018 fue uno de los grandes problemas.

¿En algún momento pensó que se acababa su carrera?

Sí, en 2018, porque sabía que mi padre no podía pagar más y tampoco pretendía que mi padre me pagase un asiento de de Fórmula 3. Era entendible. Sabía que si no había sponsors era imposible y en España ya habíamos estado mirando con empresas, también con las empresas con las que mi padre trabajaba a ver si nos podían echar algún cable. Pero estaba todo muy, muy verde aquí en España, muy complicado, y nadie ya desde tan pequeño… como no has hecho nada internacional así fuerte, solo karting, es complicado que alguien se meta. Entonces en 2018, cuando volví al karting, a final de año iba a dejar de correr, solo que tuve la suerte de que llegó la W Series a final 2018 para 2019 y como proyecto de futuro, porque si no sí que hubiese dejado seguramente de correr.

Podría decirse que la W Series salvó su carrera.

Sí, yo creo que me salvó a mí y les he salvado a otras muchas pilotos que ahora mismo están en sitios buenos, trabajando incluso con equipos de Fórmula 1, porque si no llega a ser por la W Series y este nuevo proyecto, que al final también dio mucha visibilidad a un campeonato de mujeres, que hoy en día es lo que es la F1 Academy, seguramente la Fórmula 1 Academy no existiría. Y si tampoco se hubiese visto. Al final, cuando empiezas a algo nuevo se ve cómo funciona. Y si no hubiese sido por esa oportunidad que nos dieron en el primer año, no sé si estaría aquí hablando contigo ahora. Siempre estaré agradecida a los organizadores de la W Series, porque corríamos gratis y era una oportunidad de ponerte en la esfera otra vez para que te viese todo el mundo y que hiciese que la Fórmula 1 también quisiese hacer el campeonato.

¿Cómo fue su experiencia allí?

Lo que no me gustó de la W Series en sí fue que tampoco sentí que aprendiese demasiado, porque yo había hecho solo un año de Fórmula 4 en 2017 y mi experiencia era muy, muy, muy poca, solo un campeonato, encima con el estrés de temer que pagar y no saber qué va a pasar. El caso es que en 2018 es otro año de parón que vuelves al karting y ya no estás tan acostumbrado al Fórmula, y para mí el 2019 fue un poco el año de volver a un Fórmula y estuvo bastante bien. Luego 2021 y 2022 fueron años un poco raros para mí, en mi carrera deportiva. No los recuerdo mal, pero tampoco han sido los mejores. De hecho, en 2021 también estuve mentalmente un poco mal, con ansiedad en general, y no fue el mejor año en cuanto a resultados. Pero bueno, aprendí. Conocí también a uno o dos ingenieros con los que pude aprender bastantes cosas del coche, del comportamiento, de los pesos, cosas que tampoco me han explicado bien nunca.
Aprendí bastante, pero creo que si se hubiesen hecho las cosas mejor, con un equipo más profesional, se podría haber aprendido más y sacar más partido a todo, ya que aquello era una organización y tenías tu ingeniero, tu mecánico y tu coche, y era todo como pequeño. Tampoco nadie se preocupaba por formarte como piloto. Era un poco ‘te pongo este ingeniero y trabajas con él’. Pero, al final, fue una temporada que nos ayudó a ponernos otra vez ahí a todas, que se nos viera.

¿Cómo se gestiona esa ansiedad cuando tienes que ponerte el casco y subirte al coche?

Lo curioso es que cuando te subes al coche parece que se te olvida un poco todo. Si tenía algún problema, o unas rayadas de ansiedad, soy muy hipocondríaca también con algunos temas, y esa temporada fue un poco covid, la vacuna no me sentó bien… una movida que llevaba yo en la cabeza. Eso hizo también que estuviese muy estresada por otras situaciones. Cuando estaba en la pista igual también tenía síntomas extraños, llegué a somatizar muchos síntomas por la ansiedad. Era complicado poder gestionarlo, cuando también estaban las carreras y de repente igual estaba somatizando síntomas que me molestaban, o me costaba respirar o me daban mareos, porque tampoco podía tomar nada para estar más tranquila. Había que gestionarlo más mentalmente, pero luego es verdad que cuando me subía al coche todo cedía un poco. Yo creo que también la adrenalina de estar conduciendo te cambia un poco todo, porque estás centrado y con la tensión quizás no notas eso que igual luego sales del coche y notas que no te encuentras del todo bien. Gestionarlo no es fácil a veces, pero hay que ser fuerte mentalmente, tener tus hábitos, tu manera de saber gestionarlo.

¿Qué se decía a sí misma cuando veía que se sentía mal y estaba a punto de correr?

Hay veces que cuando estás en alerta estás así hasta salir casi. Pero en general intentas tranquilizarte. Hay veces que somatizaba, y sabía que ya me había pasado antes e intentas decirte que ya te ha pasado antes, que no es nada extraño, que no es grave, que vas a hacer lo que te gusta. Intentas centrar tu atención en lo que vas a hacer. Cuando ya sales a pista, la atención la centras solo ahí y es complicado tener distracciones, pero justo el antes de salir, que igual no te estás encontrando bien antes de meterte al coche, ya igual los nervios pre-carrera o pre-qualy, es cuando te raya un poco más. Yo también tengo que decir que soy un poco especial, en el sentido de he somatizado muchos síntomas hace años, que era lo que me hacía rayarme cuando iba pista e igual me costaba más respirar también y no me sentía del todo confiada. Fue un año horrible.

Después de la W Series, llega la F1 Academy.

Yo iba a correr con Campos, pero me llegó la oportunidad de correr con Prema, que para mí era como mi equipo favorito. Recuerdo que siempre los Prema estaban los primeros, siempre estaban delante y ganaban. Y para mí, estar con ellos era mi oportunidad de ganar, de estar en el equipo que siempre había querido estar. Cuando me escribieron, porque estaban buscando pilotos para ganar el campeonato, dije ‘me agarro aquí’. Estaban entre otras pilotos, recuerdo, y al final me dijeron que corría con ellos, y muy contenta. Entonces en 2023 fue buen año. Era el primero de la F1 Academy, entonces las cosas aún estaban un poco asentándose. aún no se retransmitían las carreras, ahora sí, no estaban los equipos de F1 tampoco. Eso fue un poco una putada porque, quieras o no, no nos dio tanta visibilidad como estos años, que nos podía haber ayudado a conseguir más sponsors, hacernos un poco más grandes, con más nombre, pero creo que fue el año que más se ha rodado en pista. Y muy contenta. Gané en Prema, que creyeron en mí.

Quedará para siempre que fue la primera en ganar el campeonato.

Es guay en el sentido de que al final fue el primer año y haces historia. Pero, es verdad que como piloto, a la hora de conseguir patrocinadores, es verdad que hubiese sido muy bueno si ese año se hubiese dado la misma visibilidad. Pero no te quita nadie que hayas sido la primera campeona de F1 de la historia cuando lo recuerden en ‘x’ años.

¿Cuál es la anécdota que más recuerdas de ese año?

Me ponía enferma mucho ese año. Era bastante curioso porque una vez corrí con con arenilla en los riñones, en Zandvoort, creo. Tenía piedras en los riñones y fue una movida, porque tuve que viajar un día más tarde porque estaba en el hospital. Se ríe hasta a día de hoy mi ingeniero, porque me dice que siempre me pasaba alguna cosa. Esa carrera lo pasé mal, estaba blanca, con cara de enferma total. Pero aún así, salvamos la carrera y fue más o menos bien. Íbamos a hacer terceros, porque no fue el mejor fin de semana, pero hubo un problema y nos quedamos tirados. Cada carrera tenía algo, estaba resfriada o tenía una reacción alérgica…

Y de la F1 Academy pasa a correr la Fórmula Regional Europea con Iron Dames.

Fue un año muy complicado porque era volver a correr con los chicos, mucho más nivel. La Regional es uno de los campeonatos más competitivos en monoplazas, por no decir el que más a día de hoy. Y con mucha hambre los pilotos, son muy agresivos y hay mucha competitividad, y todo está muy cerca, del primero al 15 igual hay seis décimas. Fue un año que había que apretar muchísimo, apretar con los ingenieros, y siempre faltaba algo y te frustraba. Pero era no rendirse y estar dándolo todo. Complicado, pero estuvo bien para llevarme al límite y aprender.

Este año se ha pasado al GT.

Es el primero que hago con el GT3. He hecho el cambio y estoy con Iron Dames haciendo el Michelin Le Man Cup, antes de hacer el Le Man European Series, con Vanina Ickx. Ahora me ha salido otro proyecto, porque voy a hacer dos carreras de Endurance, de la GT World Challenge, con igual 50 GTs en pista, y son pilotos profesionales y silver. Hay mucho nivel. Tengo ganas de hacerlo y creo que seré la única chica, o seremos dos. En Nürburging, la última semana de agosto, y una en octubre, en Barcelona.

¿Tiene nervios ya?

No, por favor, aún no que aún queda mucho [risas]. La semana de antes tengo mi carrera de la Michelin Le Man Cup en Spa, entonces quiero subirme al coche, que llevaremos desde mayo, unos tres meses, sin subirnos al coche. Entonces, volver a subir al coche, volver a pillar feeling, y hacerlo bien en Spa. Primero, centrarnos en esa carrera, que es el finde de antes, y luego ir a esa carrera con el nuevo equipo, que ya conozco, trabajar por primera vez con ellos, y ver qué tal.

¿Qué hace durante este tiempo hasta que vuelve al coche?

No tenemos simulador, en sí, de equipo. Yo tengo ahora un simulador que me pongo iRacing o algún software, y lo que haces es días en el simulador para aprender la pista. Por ejemplo, en Nürburging no conozco la pista, haré días en el simulador, aprenderé la pista y referencias, veré vídeos de la pista, alguna carrera de la GT World Challenge del año pasado. Intentas prepararte lo mejor posible, en cuanto a conocimiento de pista, adelantamientos, cosas que hayan pasado, para sentirte preparado al llegar, que te da esa confianza. Pero, todo esto, lo hacemos por nosotros mismos. También el entrenar a nivel físico, resistencia y cardio para estar preparados al subir al coche.

Y en su primera carrera en GT, en Barcelona, el accidente más grave de su carrera.

Nos pegaron por detrás. Íbamos líderes de la carrera en el momento, que quedaban 50 y pico minutos, y tuvimos el accidente. Fue un accidente bastante… con el fuego, no poder salir de la pista, que el problema es que me quedé en medio de la pista, que también fue un poco lo trambólico en general. Pero al final salí ilesa del golpe. Fue un poco más el shock inicial, de unos días, de ‘menuda hostia me he dado’. Ese minuto y medio de tensión y estrés en el coche, de no poder salir. Luego ya, bueno, hicimos otra carrera y cuando está todo ok, tu cuerpo se habitúa. Somos pilotos y son cosas que pueden pasar.

¿Cómo recuerda ese minuto y medio? Porque debió parecer eterno desde dentro…

Intenté abrir la puerta y no se abría. Cogí la radio y ya no me acuerdo muy bien de qué hablamos. Me dijeron que apretase el botón del fuego, que estaba un poco roto, medio le di y creo que al final funcionó. Antes de eso, me quedé en medio de la pista. Veía a ver si me iba a dar alguien. Luego me giré y vi que estaba el coche en llamas. Luego vi que entraba el humo en el coche y pensaba que tenía que salir ya porque iba a empezar a inhalarlo. No se abría la otra puerta. Estaba ahí encerrada en el coche y no venía nadie. También fue muy estresante porque yo creo que los ingenieros estaban súper estresados, porque pensaban que estaba en llamas o algo. Un minuto y medio bastante angustioso, porque no se podía hacer nada porque aunque le pegase a la puerta no se abría. Al final, vinieron los comisarios de la curva y uno abrió la puerta de copiloto y gracias a Dios salí por ahí.

Tuvieron que ingresarla en el hospital y, encima, recibió comentarios misóginos

La gente no está muy bien de la cabeza. Recuerdo comentarios como ‘es una tía y por eso no sabe conducir’. Es como qué me estás contando, cállate la boca y déjate de rollos. Me calienta porque no es que me lo digan a mí solo, se lo dicen a mucha gente, y cosas sin sentido. Es más el respeto, que alguien acaba de tener un accidente, que no ha sido uno cualquiera, y que se use el tema de ‘la mujer en la cocina’ y ‘no saben conducir’, que ya aburre y que te lo metan en temas más serios, que es una falta de respeto. A mí realmente, si veo un comentario de esos en una carrera, me da igual, pero en ese momento…

¿Cómo es ser mujer en un deporte tan masculino?

Tienes que estar dentro para vivirlo y entenderlo. Yo empecé con nueve o diez años en el mundo del motor. Hace años aún habían menos chicas compitiendo, menos mujeres trabajando de ingenieras o mecánicas. Tienes esa sensación, yo al menos de pequeña, de que tienes que tienes que encajar en el mundo este masculino, hasta incluso para jugar con los niños, es como que te tienes que hacer más masculina, digamos, para encajar. Luego, tratas con mucho hombre. Mucha gente del motor son tíos y tratas con gente de 50 años cuando tienes 12, explicándote cómo va el motor. Vives cosas que dices… como niña, como mujer. Por eso, creo que tienes que vivirlo para entender cómo funciona. Creo que también te cambia mucho el carácter. El mío se ha formado mucho a través de mi experiencia y mis años dentro del mundo del motor. Yo, seguramente, si me hubiese criado en un entorno diferente no sería como soy. Pero te haces tu hueco. Me gané el respeto de todos los niños del hueco ganando, yendo rápida, demostrando que era una más. Ahora ha cambiado la perspectiva, pero también gracias a nosotras, a las que hemos hecho cosas antes, pero era visto como raro que hubiese una chica con 80 tíos en el campeonato del mundo de karting. Que hubiese una chica rápida era raro, pero eso entró en las cabezas de los hombres como algo que era posible. No es fácil, ha cambiado bastante en los últimos años, cada vez a mejor, porque cada vez hay más mujeres en todos los ámbitos, y eso también ayuda a que cambie la mentalidad. Y cada vez se dan más oportunidades a mujeres piloto, o ingenieras, o como jefas de equipo. No es fácil, pero también mola, es un reto.

¿Qué tipo de experiencias ha vivido?

Me he olvidado de muchas, pero hay una cosa que se me quedó en la mente. En una de mis primeras carreras, con diez u once años, estaba en un karting y se hizo la carrera. Había un piloto, que recuerdo que iba con las gafas de vista puestas dentro del casco, y paramos y quedé por delante, yo la once y él, el doce o trece, y el padre que estaba un poco… le dice: ‘vaya mierda de carrera que has hecho, y encima te ha ganado la chica’. Pero era como algo normal ese machismo, eso de que una mujer no puede estar delante tuya. Como si fuésemos inferiores, o algo raro. Somos personas igual. Se me quedó eso en la mente, siempre me acuerdo y hace como 15 años, para que veas como estaba el tema.

Hace unos meses me decía que, incluso, el hecho de mostrarse femenina es peor cuando estás compitiendo.

Esa sensación tengo yo a veces. Es extraño. Es como que si yo me muestro demasiado femenina, me pongo tacones, me pongo un bolso, cuando no estoy corriendo o voy al paddock… mucha gente espera que una piloto que vaya rápida y que esté centrada en el motor y en ganar, sea una tía que vaya con deportivas, vestida muy normal, menos femenina. Ese concepto de femenina como que mucha gente lo desvincula totalmente a que puedas ir rápido. Lo sé porque muchas veces también se me han hecho comentarios, o me han dicho cosas de ‘ah, pero tú así, tan mona, ¿puedes ir rápido con el coche?’. Puedes ser todas las cosas que tú quieras. Está esa imagen de que si alguien es más allá, más mona, más femenina, o se arregla y se pone maquillaje, estás centrada en eso. Y no, pero también soy una chica femenina y me gusta verme bien.

¿Se asocia esa feminidad con que no pueda ser agresiva en pista?

Sí, es como que esa feminidad, como esa energía femenina, la gente no acaba de creer en ti, tienes que demostrar mucho. Pasa siendo masculina también, al ser mujer te toca demostrar mucho y ganarte el respeto de con quien trabajas. Aún pasa, menos, las mentes son más abiertas y se ve, pero sigue pasando bastante.

¿Cómo es trabajar en un equipo de mujeres, como Iron Dames?

Mola porque es un equipo de mujeres empoderadas que corren con hombres y van bien. Es un proyecto muy chulo, un programa que ayuda a todas las chicas que corren en mixto y nos dan oportunidades de estar compitiendo. Es un poco diferente trabajar con hombres y mujeres. Depende con quién trabajes. También hay muchos caracteres. Este año, por ejemplo, estoy trabajando con una ingeniera. Entonces mola, porque al final nunca había trabajado con una ingeniera, siempre he sido con ingenieros, e igual es con más tacto a veces. Pero depende un poco del carácter. No te sabría decir diferencia entre trabajar con una tía o un tío, pero hay mucha gente que sí que notan diferencias.

Trabaja mucho con las redes sociales, ¿cómo es de importante tener su propia marca personal?

Intento hacer contenido de la mujer en el mundo del motor, y hacer contenido de motor. Es muy importante, la verdad. Te diría que si no funciona tu carrera como piloto por ‘x’ cosas, si tienes el tema de redes muy bien, también puedes vivir de ello. Es un tema clave también como piloto, a no ser que ya seas profesional, pero creo que es importante tener una buena base de redes, de seguidores, de una marca personal sólida, porque al final hoy en día, como en todos los sitios, se pide eso, y la gente quiere trabajar con gente que tenga esa marca y que pueda también ayudar, no solo como piloto, sino para las entrevistas, para entretener a la gente.

¿Un objetivo a corto plazo?

Sería guay poder ganar alguna carrera de este año en la Michelin Le Man Cup, con mi compañera, con las Iron Dames. Creo que es un objetivo realista, ganar una de las carreras. Y en la GT World Challenge, adaptarme lo mejor posible al campeonato, al equipo. Y me pondría como objetivo estar lo más cerca de mi compañero y de los pilotos profesionales.

Y, en cinco años, ¿qué se ve haciendo?

Como piloto, me gustaría estar haciendo las 24 horas de Le Mans y ser piloto profesional. Al menos, ganar un sueldo por competir. Y luego, haber creado una comunidad más grande que me siga y que se de ese entretenimiento, grabando en carreras. Tener una comunidad más grande y conseguir el objetivo de estar en las 24 horas de Le Mans. Así me veo.