Pocos autores encarnan el espíritu que la Semana Internacional de Cine de Valladolid ha intentado mantener en sus 70 años de vida como los hermanos Dardenne (Jean-Pierre y Luc). Impulsores de un cine que pone a la sociedad frente a su espejo, sin … su trabajo sería complicado entender la trayectoria del festival y por eso su presencia era casi obligada en una fecha tan significativa. A ellos a media mañana de ayer se les notaba a gusto pese a la apretada agenda . «Siempre es agradable volver a un sitio donde las cosas nos han ido bien», confesaba a ABC.
Lo dijeron porque en Valladolid conquistaron en 1996 la Espiga de Oro con su primer largometraje de ficción, ‘La promesa’. Desde entonces, se han dejado ver en varias ocasiones; la última, en 2014. Este martes presentaron su último trabajo, ‘Recién nacidas’, premiado en Cannes. En él, vuelven a tocar un tema transversal en su filmografía, la maternidad o paternidad responsable, e insisten en posar su mirada en personajes que, aún débiles, encuentran el camino o fuerza para seguir adelante.
Todo comenzó con un guion donde «había una joven madre que vivía en un centro de maternidad», explican Jean-Pierre. Para conocer cómo era realmente la vida en este tipo de lugares se fueron a uno y hablaron con las educadoras. la psicóloga, la directora, las chicas… «Vimos cómo luchan, cómo intentan que las madres tengan una relación con los niños… y nos enamoramos del sitio», relató. Así que cambiaron la idea inicial y apostaron por una película coral con cinco historias basadas en lo que allí les había contado, «aunque ninguna de ellas es real», aclaró.
Pese a las difíciles realidades que retratan, al final del recorrido se revela algo de luz. Cada una de las madres se libera de un lastre que las asfixia. «Desde el principio decidimos que la trayectoria de cada una de ellas debía acabar así para que hubiera una esperanza», también «porque es una de las cosas buenas de la ficción: te aporta posibilidades para que la realidad sea otra». Esa mirada esperanzadora a la maternidad sorprende en una Europa con las tasas de natalidad en mínimos, según dicen. «¡Quien sabe si no ha sido por eso la película!», rió Luc. Su semblante se volvió más serio al afirmar que la situación «se está volviendo trágica» y que «el mundo parece menos habitable que antes», razón por la que consideró que la gente «no quiere tener hijos». No obstante, «no compartimos ese miedo de un futuro catastrófico», y de ahí, ese final.
La infancia y la juventud son dos de las épocas más retratadas en su cine. «Cuanto más envejeces, más te interesas por el principio de la vida», reflexionó Jean-Pierre. No obstante, matizó que en ‘Recién nacidas’ hay bebés, madres y abuelas porque su intención era retratar «lo que ocurre entre diferentes generaciones, qué se transmite, qué no se transmite y cómo también puedes liberarte de esa transmisión». No lo dudó al ser preguntado sobre la experiencia de rodar con tantos bebés. Fue uno de sus mayores retos, aunque afortunadamente, más sencillo de lo que pensaban: «Todo fue bien (…) las actrices ensayaron mucho y poco a poco ocurrió algo entre ellas y los niños».
Cuestionados de manera previa en la rueda de prensa sobre su manera trabajar, Jean-Pierre explicó que lo hacen «absolutamente todo juntos», ya que de otra forma «no tendría sentido» seguir haciéndolo. «Sólo hay algo que no hacemos los dos: el guion, que siempre lo escribe Luc». Pero antes de la escritura «hablamos muchísimo» y también durante el proceso. Como referentes del cine de autor europeo, había otra cuestión obligada: ¿Cuál es su estado de salud actualmente? Ante ella, Jean-Pierre defendió la «importancia» de que este siga en pie frente a la mirada de Estados Unidos, que exige contemplar el séptimo arte como una mercancía para frenar las ayudas. «Hay que estar muy vigilante. Hay que evitar a toda costa que EE.UU. ponga fin a la excepción cultural que existe en Europa, porque eso es lo que permite financiar nuestras películas».