Construida originalmente para la reina Adelaida, mujer de Guillermo IV, en 1831, la casa ha sido utilizada por varios monarcas. La reina Victoria la visitaba a menudo para desayunar o tomar el té, y su perro, Dash, está enterrado en los jardines. Peter Townsend, famoso por su romance con la princesa Margarita, fue uno de los residentes más notables de Adelaide Cottage. El piloto se mudó con su mujer y su familia en 1945, y permaneció allí durante casi una década, aunque tuvo que enfrentarse a las «escasas comodidades» de la propiedad. Townsend describió la casa como una «nevera» en invierno, ya que solo tenía dos radiadores. «En el salón, rodeado de ventanas francesas, a veces era necesario envolverse en un abrigo y una bufanda», escribió en sus memorias, Time and Chance.

Desde entonces, la casa ha sido objeto de algunas reformas que la han hecho un poco más confortable —y algo más majestuosa—. Se dice que las obras realizadas en 2015 incluyeron algunos elementos decorativos significativos, como delfines dorados y adornos en el techo del dormitorio principal, además de una chimenea de mármol greco-egipcio. Sin embargo, se conservó la arquitectura histórica y el porche original de Adelaide Cottage, así como los cuidados jardines que rodean la propiedad, que han permanecido casi intactos durante casi 200 años.

Guillermo y Kate en la foto dejando a sus hijos en la escuela de Lambrook en septiembre de 2022 han hecho de Windsor su...

Guillermo y Kate -en la foto dejando a sus hijos en la escuela de Lambrook en septiembre de 2022- han hecho de Windsor su hogar.

Pool/Getty Images

Cuando Guillermo y Kate se trasladaron allí hace cuatro años, Adelaide Cottage era el lugar perfecto para su creciente familia. «La mudanza —que, según una fuente del palacio, fue impulsada por el deseo de llevar una vida familiar lo más normal posible—, permite a Guillermo y Kate ofrecer a sus hijos una vida más rural, lejos del centro de Londres y del ajetreo del palacio de Kensington», escribió en su momento la periodista de temas reales de la revista Town & Country, Victoria Murphy.

De hecho, desde entonces ha quedado claro que los príncipes de Gales están decididos a criar a sus hijos de la forma más normal posible, dentro de sus circunstancias. Poner la mesa, cocinar y fregar los platos son tareas mundanas que habrían sido inimaginables para los herederos reales en otros tiempos, pero en Adelaide Cottage, Guillermo y Kate han prescindido de chefs privados y niñeras que vivan con ellos para mantener cierta normalidad en su joven familia.

La familia se mudar pronto a Forest Lodge en la foto de 2018 una casa mucho ms grande en la finca de Windsor.

La familia se mudará pronto a Forest Lodge, en la foto de 2018, una casa mucho más grande en la finca de Windsor.

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