Madrid
El locutor de Los 40 Fernando Martínez, popularmente conocido como Fernandisco, se ha pasado este fin de semana por el programa SER Aventureros para hablar acerca de su pasión por los viajes. A pesar de que siempre esté de un lado a otro con sus conciertos, el protagonista de esta historia aprovecha hasta el más mínimo resquicio para disfrutar de algunos de los grandes paraísos de los amantes de la música. El locutor puede decir que ha estado en el mítico Studio 54 de Nueva York, considerado por muchos como el epicentro de la música disco, o en Abbey Road Studios, donde se han producido algunos de los discos más importantes de todos los tiempos.
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Y gracias a todos estos viajes, y a las personas que ha conocido a partir de los mismos, también ha podido descubrir todo tipo de anécdotas acerca de los artistas más famosos de todos los tiempos. En esta ocasión ha querido hablar acerca de la presión con la que han convivido algunas de las voces más importantes del siglo XX y XXI.
«Michael Jackson era un tipo muy especial»
Entre ellas auténticos reyes del pop como Michael Jackson, quien rompía a llorar ante el miedo a perder el número uno: «Michael era un tipo muy especial. Era tan mimético con todo lo que hacía que grababa todos los coros, hasta la última voz que aparecía, y luego llamaba al ingeniero de sonido Bruce Swedien a todas las horas de la madrugada para preguntarle cómo había quedado la mezcla.». Todo ello hasta que Swedien tuvo que pararle los pies porque le llamaba a las cinco de la madrugada. Y Michael Jackson no se lo tomó del todo bien: «Acabó poniéndose a llorar porque no sabía qué iba a ser de él si no era el número uno. Le metió tal presión… pero vamos, es algo que ha pasado con todas las superestrellas».
Michael Jackson no fue ni mucho menos el único artista que llegaba a pasarlo realmente mal si no salía todo como estaba esperado: «Yo a Julio Iglesias le he visto grabando un disco y te digo una cosa… No me hubiera gustado ser músico de Julio Iglesias en ese momento, les llamabas de todo menos guapo si alguien se equivocaba. Yo me quedé alucinado porque yo pensé que se lo daban todo hecho, pero él controlaba todo el proceso». En este listado también aparecen otros nombres como el de Bruce Springsteen, quien «parece un santo en los conciertos y luego mata a cualquier si no tiene el sonido de la E Street Band que tiene que ser».
«Lo de Freddie Mercury era casi una enfermedad»
Pero el más exigente de todos ellos fue Freddie Mercury: «Lo de Freddie no es que fuera exigente, es que era casi una enfermedad. Cuando hizo Bohemian Rhapshody, que para mí es la mejor canción del pop de la historia por la mezcla de estilos y tal, llevó a todo el mundo de cabeza de culo, pero total, porque cuando se graban los coros se graban 178 veces y se doblan los cuatro cantando coros para esa canción y, fíjate si es exigente, que yo juraría que no hay ninguna parte del mundo donde haya actuado Mercury y en la que los coros se hayan interpretado en directo».
Fernandisco reconoce que puede que sea una leyenda, pero le encaja a la perfección en el discurso porque Freddie Mercury era muy maniático y quería que todo estuviese a la perfección: «Yo, desde luego, no lo he visto nunca».