Aranda de Duero
Aranda de Duero sigue apostando por el arte y el enoturismo como señas de identidad. Este viernes se estrenaban dos nuevas esculturas en el centro de la ciudad que rinden homenaje a los oficios tradicionales ligados al vino.
Preparativos en la tarde de ayer de la escultura del aparcero / Jorge Alvarado
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Preparativos en la tarde de ayer de la escultura del aparcero / Jorge Alvarado
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Bajo el título “Del lagar a la bodega”, este par está formado por las piezas “Aparcero prensando” y “Tirador”, figuras en bronce que evocan la labor vitivinícola de varias generaciones. La primera está instalada en la Plaza de la Constitución y la otra en las escaleras de la calle Santa Lucía en su acceso a la Plaza Mayor. “Estas esculturas no sólo embellecen nuestro entorno, sino que también invitan a quienes paseamos por nuestras calles y a todos los que nos visitan a detenerse, observar y descubrir una comunidad orgullosa de su pasado y comprometida con su cultura y su tradición vitivinícola: queremos que nuestros abuelos expliquen a sus nietos la historia y la cultura de nuestra localidad para que estos la conozcan, la valoren y la conserven para las generaciones venideras”, expresaba Amaya Sanz Cabestrero, la concejala de Turismo.
Estatua del aparcero en la Plaza de la Constitución / Vicente Herrero
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Estatua del aparcero en la Plaza de la Constitución / Vicente Herrero
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El autor de las esculturas, el artista Rubén Arrabal Espeja, con una larga trayectoria y conocimiento de los oficios tradicionales de la comarca de la Ribera del Duero, comentaba en la presentación de la primera de estas dos estatuas que su intención es mostrar a los más jóvenes y a los visitantes el esfuerzo que suponía el proceso de elaboración del vino sin la ayuda de la maquinaria. “El esfuerzo que se tenía que hacer está representado en esta figura, que está como guiñando el ojo; es un poco ver que cuesta, que no es un trabajo que se hace solo, que ahora tenemos máquinas, pero antes se hacía a mano y esto lo que tenemos que hacer: enseñárselo a esa generación nueva, a esos niños que no saben, si no se lo cuenta muchas veces el abuelo y sobre todo también esa gente que viene de fuera que no conoce nuestra cultura”, expresaba el artista.
El alcalde de Aranda, la concejala de Turismo y otros concejales posan con el autor de la escultura (con cazadora vaquera) / Vicente Herrero
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El alcalde de Aranda, la concejala de Turismo y otros concejales posan con el autor de la escultura (con cazadora vaquera) / Vicente Herrero
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Esta iniciativa, que se financia dentro del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino de Castilla y León, incluido en los fondos europeos de recuperación, transformación y resiliencia, dice el alcalde que no es más que el comienzo de una serie más amplia de esculturas que estarán diseminadas por otros puntos del casco urbano con este mismo fin. Antonio Linaje Niño, que agradecía el buen trabajo del autor y recordaba que detrás ha habido un largo proceso de tramitación, decía también que con esta iniciativa se pretende “subsanar una deuda histórica” del municipio con las raíces de la elaboración del vino. “Durante los próximos meses vamos a inaugurar también en glorietas e iremos incorporando poco a poco esculturas en toda nuestra ciudad para intentar solucionar una deuda histórica, porque no nos entra a ningún arandino en la cabeza cómo podía suceder que la capital de la Ribera del Duero cuando viniese un turista no se estuviese mostrando constantemente por lo que somos la capital precisamente de la Ribera del Duero y todo lo relacionado con el vino”, manifestaba el primer edil.