El cometa interestelar 3I/Atlas tuvo esta semana su máximo acercamiento al Sol en su paso por nuestro sistema solar, llegando a una distancia de unas 130 millones de millas (aproximadamente 1.4 unidades astronómicas) del astro rey.
Se espera que, según su trayectoria, llegue a su cercanía máxima a la Tierra el próximo 19 de diciembre, a una distancia cercana a los 167 millones de millas (cerca de 1.8 unidades astronómicas). No representa ningún riesgo para nuestro planeta, u otros en el sistema solar.
3I/Atlas es el tercer objeto conocido de fuera de nuestro sistema solar que se descubre pasando por nuestro vecindario celeste, explica la NASA. Fue clasificado como interestelar por la forma hiperbólica de su órbita, lo que significa que no viaja de forma cerrada alrededor del Sol.
Un rastreo de su órbita muestra «claramente que el cometa proviene de fuera de nuestro sistema solar», afirma la NASA.
El acercamiento de este objeto estelar ha despertado la curiosidad de muchos científicos y público general. Astrónomos de todo el mundo investigan su tamaño y las propiedad físicas del cometa. Será observable nuevamente a partir del mes de diciembre, cuando reaparecerá en el cielo.
El cometa 3I/Atlas viaja a una velocidad de unas 130,000 millas por hora, la mayor velocidad registrada para un objeto ajeno al sistema solar. Se estima que tiene una edad de miles de millones de años, un dato determinado por su asombrosa velocidad que sugiere que ha estado «vagando por el espacio por un largo tiempo», señala la Agencia Espacial Europea.
Es probable que a medida que el cometa se acercó al Sol fue perdiendo masa, puesto que sus gases congelados se transformaron en vapor por el calor de nuestra estrella, llevando polvo y hielo al espacio.
Las observaciones realizadas por el telescopio espacial James Webb de la NASA/ESA/CSA de la coma, o ‘halo’, que rodea al cometa revelan que liberó dióxido de carbono, agua, monóxido de carbono, sulfuro de carbonilo y hielo de agua a medida que el cometa se calienta.
El cometa fue obervado por primera vez el 1 de julio de 2025 por el telescopio del Sistema de Alerta Temprana de Impactos Terrestres de Asteroides (ATLAS) en Río Hurtado, Chile.
Su nombre se explica de la siguiente forma: el número ‘3’ delante de la ‘I’ indica que el cometa es el tercero de su tipo. La primera letra indica la categoría a la que pertenece el cometa; en este caso, ‘I’ de ‘interestelar’. Y la palabra ‘ATLAS’ hace referencia al programa que opera el telescopio que detectó por primera vez el cometa.