Vingegaard cede a más de 100 km de meta: Su dura imagen resoplando y negando con la cabeza
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Efectivamente, Vingegaard y las clásicas o carreras de un solo día no se han llevado muy bien hasta la fecha. Sólo ha corrido dos desde 2022, y no terminó ninguna: San Sebastián en 2024 y el Europeo este mismo 2025. Únicamente ganó una prueba de este tipo a lo largo de su trayectoria: la Drôme Classic de 2022.
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Por eso, el líder del Visma afirma abiertamente que este es un lunar con el que le gustaría desquitarse. «Me gustaría mucho destacar en las clásicas. Pero aún no sé cómo rendir en ese tipo de carreras», se sincera en el último número de la revista ‘Wieler Revue’.
¿Cómo podría mejorar en esta especialidad? «Hay ciclistas que ruedan durante tres horas a ritmo de carrera el día antes de una gran clásica. No sé si esa será la receta adecuada. Quizás debería probar ese enfoque«, considera el propio interesado.
Tadej Pogacar (l.) und Jonas Vingegaard
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Eso sí, ese ímpetu por mejorar en las clásicas no está relacionado, o eso dice Vingegaard, con la grandeza que Tadej Pogacar también suele exhibir en ellas. «No tengo en cuenta la participación de Tadej. Sólo nos centramos en nosotros mismos y tenemos nuestras propias ambiciones», asegura el danés.
No tengo en cuenta la participación de Pogacar en las clásicas. Sólo nos centramos en nosotros mismos y tenemos nuestras propias ambiciones
«Antes de ponerme enfermo en La Vuelta, estaba en mi mejor momento. Parece que podría perfectamente correr dos Grandes Vueltas en un año […] ¿Seguiré compitiendo a los 36? Aún falta mucho. No quiero descartar nada, pero voy tomando las cosas como vienen. Si llega el momento en que ya no me apetezca, entonces pararé«, añade un Vingegaard que quizá debute en el Giro de Italia, la última grande que le falta en su palmarés, en 2026.