Rosa Ribas Ribas vivió este viernes una jornada especial. Tras haber cumplido 100 años el pasado 29 de octubre, el alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, y la teniente de alcalde Neus Mateu quisieron celebrar con ella esta importante efeméride y le obsequiaron con una orquídea y un anillo tradicional ibicenco.

De hecho, uno de los momentos más divertidos fue cuando Marcos Serra hincó la rodilla para regalarle el anillo a Rosa. «Es la primera vez que lo hago», comentó el alcalde portmanyí entre risas de los familiares de Rosa y de los periodistas allí presentes.

«He tenido una alegría al conocerlo. La gente está muy contenta con este alcalde», comentaba Rosa con sus allegados sin ser consciente que Marcos Serra aún la escuchaba.

Rosa Ribas, de Ca n’Alfonso, es hija de Alfonso Ribas Piqué, quien en 1924 fundó Autobuses San Antonio, justo un año antes de que naciera Rosa. Ella y su hermano Alfonso continuaron con la empresa familiar, que en 2016 fue adquirida por Sagalés.

«No pensaba llegar a los cien años», reconoció este viernes Rosa. «Hace muchos años que no salgo a la calle. Estoy en casa, doy un paseo por el pasillo y la terraza y tengo a mi familia, que para mí es lo más importante del mundo, que me cuidan mucho y muy bien», destacó ayer Rosa de Ca n’Alfonso.

Rosa se casó en su día con un militar, por lo que le tocó vivir en Galicia y Girona acompañando a su marido en su vida militar. No tuvieron hijos, por lo que sus sobrinos, hijos de su hermano Alfonso, «para mí son como mis hijos, porque los conozco desde que nacieron».

Por suerte, Rosa asegura que «no me duele nada» y ni se acuerda de cuántas pastillas toma al día, por lo que no serán demasiadas.

Eso sí, los domingos no perdona una de sus comidas preferidas: «Ahora me he entusiasmado con las tortillas francesas con plátano flambeado y azúcar. Me lo enseñó mi abuela, que tenía a una señora en casa que también lo había visto hacer en casa de unos franceses. Me lo hizo ella y me gustó. Cuando llegué a Sant Antoni, les dije que no quería más sal en las tortillas sino azúcar».

Rosa Ribas se acuerda que cuando tenía diez años comenzó la Guerra Civil y señala que iba al colegio con las monjas de La Consolación. «Los padres empezaron a venir a buscar a sus hijos al colegios», recordó Rosa.

Asegura que sigue la misa cada día por la televisión y que el obispo de Ibiza, Vicent Ribas, fue a su casa para celebrar su centenario. Muestra de su devoción son las dos felicitaciones que tiene en su casa del papa Francisco y de León XIV por su 90 y su 100 aniversario.