En su galería hay obras de gran formato y que pueden costar hasta 50.000 euros. Foto: Anastasia Gaidash.
“Marbella es un lugar de contrastes. Puedes encontrarte con gente local, muy abierta, y personas de diferentes nacionalidades y caracteres. Los restaurantes y hoteles son de primer nivel, la calidad de vida es muy alta y hay un gran nivel adquisitivo”, algo que para su negocio es fundamental. “Aquí los clientes buscan obras que sean decorativas pero también que tengan un significado. La particularidad de Marbella es que hay viviendas de grandes dimensiones y no es fácil llenar estancias tan enormes. Por ello siempre tenemos una selección de obras de gran formato. Además, la zona está creciendo mucho a nivel artístico. La gente está descubriendo que el arte es un valor seguro y en alza. Las inmobiliarias han descubierto el gran reclamo de vender las grandes villas decoradas con arte de calidad y el valor añadido que dan a la propiedad”, revela.
A la hora de montar una exposición, es clave encontrar un concepto único. “Es importante que los artistas que escojo estén integrados dentro de la historia que quiero contar en los cuatro meses que estarán expuestos. Luego busco qué artistas encajan y cuáles de sus obras se acoplan a mi idea”, afirma. Si ella tuviera que invertir, tiene claro en quiénes lo haría: “Maria Who, una joven pintora rusa de estilo simbolista abstracto; el marroquí Khalid Nadif, cuyas obras expresionistas tienen un impacto visual por su colorido; Paulina Okurowska, de origen polaco y que usa piezas de pizarra para construir paisajes abstractos, y el español Ángel Orcajo, que estudió en París con Marc Chagall y sus obras están en los mejores museos”. Porque al final, en la vida de Marchenkova, todo vuelve a Chagall.

La galerista junto a la pintura El viento del alma del madrileño Ángel Orcajo.
El precio del arte
Hasta 50.000 euros cuesta la obra más cara que se ha expuesto en la galería marbellí de Marchenkova, una pintura titulada El viento del alma del madrileño Ángel Orcajo, cuyas obras son un viaje a las profundidades de las emociones humanas. Esa obra no llegó a venderse, pero sí que tuvo comprador su Homenaje a Friedrich, un lienzo “que actualmente está decorando una gran villa de una capital del este de Europa. La obra se vendió por más de 25.000 euros”, nos revela. Pero, ¿qué determina el valor de una pieza? “Hoy en día, si el artista tiene cierto nombre, es fácil encontrar su valor y el de sus obras. Puede estudiarse su trayectoria, dónde ha expuesto, si sus trabajos han sido subastados… Aunque el gusto personal y la intuición influyen para apostar por artistas emergentes”, explica.