El número uno del tenis mundial vivió esta semana un momento singular en su tierra natal. Carlos Alcaraz recibió la bendición del padre Miguel Tovar en el estadio Enrique Roca de Murcia, escenario donde el Real Murcia disputaba el pasado jueves un partido de Copa del Rey frente al Antequera.
El encuentro entre estos dos jóvenes murcianos, separados apenas por unos meses de edad, se produjo de manera espontánea en el antepalco del recinto deportivo.
Tovar, ordenado sacerdote el pasado cinco de julio con apenas 24 años, ostenta el título del sacerdote más joven de España gracias a una dispensa episcopal que le permitió adelantar su ordenación, prevista inicialmente para cuando cumpliera los 25 años canónicos.

Natural de Torrealta, en Molina de Segura, el joven presbítero compagina sus labores pastorales como vicario de la parroquia de El Salvador en Caravaca de la Cruz con su rol como capellán del equipo murcianista, del cual es socio declarado.
El acercamiento entre ambos nació de la iniciativa del propio sacerdote. Cuando divisó al tenista en el estadio, Tovar se presentó de forma directa: «Hola, soy Miguel, soy el cura más joven de España y murciano como tú».
Miguel Tovar, el cura más joven de España, bendice a Carlos Alcaraz en el estadio del Real Murcia
La conexión fue inmediata entre estos dos paisanos que comparten generación y amor por su región. Tras conversar distendidamente, al finalizar el encuentro futbolístico, que se resolvió en la tanda de penaltis a favor del conjunto local, se produjo el momento de la bendición.
Para el joven sacerdote, este episodio adquirió una dimensión especial que trascendía lo meramente religioso. «Para mí, como paisano suyo y casi de la misma edad, ha sido un orgullo poder bendecir al mejor tenista del mundo, orgullo de toda Murcia; y como sacerdote murciano, hacerlo aquí, en nuestra tierra y en la Nueva Condomina, casa del murcianismo», expresó Tovar en sus redes sociales tras el encuentro.
El padre Miguel subrayó también la importancia simbólica del gesto del tenista, destacando que Alcaraz no renuncia a su fe ni a sus valores pese a su condición de estrella global del deporte.
La bendición, según explicó el religioso, puede aportar paz en momentos adversos y suponer un impulso espiritual para los próximos compromisos del murciano.
El momento cobra relevancia adicional en el calendario del tenista. Alcaraz afronta dos citas capitales en las próximas semanas: las ATP Finals de Turín, programadas entre el 9 y el 16 de noviembre, y la Copa Davis en Bolonia, que se celebrará del 18 al 23 del mismo mes.
Esta no es la primera ocasión en que el campeón español recibe una bendición antes de grandes citas. En septiembre del pasado año, previo a conquistar el US Open, un sacerdote de la Catedral de San Patricio de Nueva York lo bendijo e incluso lo roció con agua bendita.
Un ritual que parece haberse convertido en parte de la preparación del murciano para sus mayores desafíos deportivos.