Rubén Serrano

Sábado, 1 de noviembre 2025, 16:18

| Actualizado 22:15h.

La compraventa del FC Cartagena se ha convertido definitivamente en un circo. El contrato que Paco Belmonte y Alejandro Arribas redactaron el jueves a las once de la mañana saltó este sábado por los aires porque 48 horas después la parte vendedora no ha firmado los papeles y además ha incluido cláusulas que no estaban con anterioridad. Así lo denunció públicamente el exfutbolista madrileño de 36 años, quien tres horas antes del partido contra el Villarreal B se plantó, incendió las redes sociales y publicó un contundente comunicado tildando la situación de «despropósito».

El jueves a las 12.00 horas de la mañana, Arribas compareció en la sala de prensa del estadio Cartagonova con el documento de compraventa redactado. En el mismo se incluían pagos prorrogados, las deudas generadas durante todos estos años e incluso facturas pendientes a representantes de futbolistas como Joaquín Vigueras y José Manuel Espejo. También, de acuerdo a fuentes consultadas, se pactó un finiquito para la salida definitiva de Paco Belmonte como presidente y Manuel Sánchez Breis como director general.

Arribas salió a la palestra con una de sus máximas personas de confianza, el futuro director general Víctor Alonso. Aseguraron que todo estaba cerrado y que los pasos serían los siguientes: a lo largo de ese mismo jueves llegaría la firma electrónica del documento de compraventa; y en unas semanas se elevaría al notario y al CSD.

Ese era el plan y estaba tan encauzado que Belmonte, Breis y Sívori simbolizaron su despedida oficial el viernes a las 10.30 horas. La cúpula directiva aterrizada en abril de 2015 protagonizó un emotivo adiós con futbolistas, empleados y cuerpo técnico; hubo abrazos, aplausos y los tres dieron sus últimas palabras, como adelantó este diario en exclusiva. A las 13.15 horas, el entrenador Javier Rey lo confirmó en la rueda de prensa previa al partido contra el Villarreal B. Y por la noche, ya casi de madrugada, Breis lanzó el siguiente mensaje en su perfil de Facebook: «Ciao, Cartagena. Gracias».

El problema es que a lo largo del jueves no llegó la firma del documento, según Arribas. Tampoco el viernes. Y en la mañana de ayer sábado, Arribas recibió de vuelta el contrato (aseguró en un comunicado) con nuevas cláusulas que no se habían hablado el jueves y que desde el entorno del madrileño entienden que «no se pueden asimilar».

Tristeza y dolor

«Triste y dolido» por este jarro de agua fría, Arribas telefoneó a peñistas, políticos y allegados en Cartagena para transmitirle tanto las últimas novedades como su intención de lanzar un duro comunicado. En el mismo lamentó que la parte vendedora «continuamente está tratando de postergar» la firma definitiva.

Hay que recordar que el Efesé es propiedad de Duino Inversiones, una empresa al 15% de Belmonte y al 85% de Fernando Carreño, una persona estrechamente vinculada al presidente del Real Murcia Felipe Moreno. Precisamente esta persona confesó públicamente haber ayudado en la compraventa del eterno rival grana. Arribas, el pasado jueves, aseguró haber charlado con Moreno sobre este aspecto. Por ello, doscientos aficionados se manifestaron ayer en la puerta del estadio y la tomaron con Moreno, al considerar que guarda relación estrecha con los intereses del Cartagena. Lo llamaron «mafioso» y mostraron pancartas con faltas de respeto hacia su persona.

Los manifestantes, con el líder de las peñas Eduardo noguera a la cabeza, también expresaron su hartazgo por una deriva institucional que dura ya más de un año. Las ausencias de directivos en el palco son reiteradas, la temporada pasada hubo impagos a la plantilla y a todo ello se sumó un descenso ridículo a Primera RFEF. La gota que ha colmado el vaso de la paciencia es que la parte vendedora (Belmonte) se ha despedido, pero no se va; y la parte que llega (Arribas) no termina de entrar. La casa sin barrer, un desgobierno instaurado y los acuciantes pagos del día a día, desde Hacienda, Seguridad Social y proveedores, sin afrontarse.

El equipo de trabajo de Arribas, en cualquier caso, no tira la toalla y entiende que tarde o temprano la cuerda tan tensa entre las partes debe romperse. «Estoy poniendo todos los esfuerzos posibles, humanos y económicos, para alcanzar un acuerdo que, continuamente, la otra parte está tratando de postergar», dijo el exfutbolista. Fuentes consultadas dan un plazo de dos semanas para zanjar el asunto, sea para bien o para mal.

El Ayuntamiento, atento

El Ayuntamiento de Cartagena está al margen de este proceso de compraventa pero ante los últimos acontecimientos desarrollados no descarta manifestarse públicamente a través de un mensaje parcial, lineal y que trate de velar por un correcto desenlace por el bien del equipo deportivo más importante del municipio. Por segundo partido consecutivo, el palco quedó desértico: no acudió ni la parte vendedora y la compradora, por presión, tampoco. Ocuparon sus butacas habituales el concejal de Deportes José Martínez y la de política Social Cristina Mora. También debutó el de Vox, Diego Lorente. No acudió el patrocinador y hombre de confianza de Belmonte: José Luis Castellano.

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