Vigo tiene una cita con el Alzheimer el próximo día 22 en Afundación, con unas jornadas internacionales dirigidas a profesionales que se centrarán en la prevención, la innovación y la investigación más reciente en este campo. Es un encuentro que organiza desde hace 22 años la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias. El investigador del Instituto de Psicología de la USC David Facal es uno de los ponentes invitados en la mesa sobre la prevención.
¿Cuándo tenemos que preocuparnos de prevenir el deterioro cognitivo?
Nosotros trabajamos desde una perpectiva de salud cognitiva, que combina el enfoque de salud pública con un enfoque psicoeducativo. Cuánto antes mejor, hay que ir ganando hábitos saludables también cognitivamente. Algunos estudios empiezan a indicar que hay hábitos de vida de la adultez joven que influyen en la salud cognitiva en la vejez por ejemplo.
Además de la dieta y el ejercicio, ¿qué cosas se pueden hacer?
Ahora tenemos un enfoque cada vez más detallado, metaanalítico, a partir de los trabajos de la comisión de la revista Lancet para la prevención de la demencia y sabemos que hay factores modificables que podrían hacer que hasta un 40% o un 45% de los casos de demencia no lleguen a manifestarse. Hay una parte neurobiológica, pero también hay otros factores que influyen en la manifestacion de este tipo de patologías. Hay variables como el ejercicio fisico, la nutrición, la prevención del riesgo cardiovascular, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, pero también hay factores educativos. Cuanta más educación tenemos desde la infancia, más reserva tendremos para afrontar el deterioro cognitivo. También los factores sociales, como una buena red y unas buenas relaciones sociales en la adultez, y luego factores ambientales que tienen que ver con el acceso a recursos, la contaminación del aire, entre otros.
¿Hubo un cambio de paradigma en relación con el Alzheimer?
Sí, lo estamos viviendo a muchos niveles. Yo empecé a trabajar en este campo a finales de los 90 y a nivel de reconocimiento de la enfermedad y de concienciación social hubo un cambio enorme. Esto unido a un cambio generacional también ha hecho que actualmente podamos hablar abiertamente de las demencias y empieza a haber personas con Alzheimer que tienen conciencia de la enfermedad y la pueden afrontar de forma activa, esto cambia mucho la forma de trabajar. Tenemos a representantes no solo de las familias sino de las propias personas con demencias que nos pueden hablar de sus necesidades y guiar las políticas públicas y las líneas de investigación. Y el hecho de que poco a poco se vaya rompiendo el tabú, nos permite hacer políticas preventivas más claras para toda la población, porque no es un problema de unos pocos mayores sino que a lo largo del ciclo vital nos acabará afectando a todos de una forma u otra.
Usted había diseñado hace años un método para enseñar a envejecer.
En el ámbito del envejecimiento cognitivo hicimos un estudio logitudinal para la detección precoz del deterioro cognitivo y el diagnóstico del deterioro cognitivo ligero y trabajamos también en programas de intervención. En un momento dado nuestros intereses confluyeron con los de asociaciones como Afaga o Agadea, con los que elaboramos un programa para envejecer de forma activa también cognitivamente. Derivó en programas de prevención que actualmente tienen la mayoría de las entidades de Alzheimer. En los últimos años hubo una digitalización de las actividades de entrenamiento cognitivo, con herramientas muy útiles para adaptar y personalizar la atención. Ese fue el gran salto de los últimos años.
¿Cuál es el mayor riesgo para una persona mayor?
Hay una serie de riesgos que tienen que ver con la salud vascular y otras patologías que son muy agresivas, sumado a los riesgos de la pérdida sensorial. Es importante corregir las pérdidas auditivas y las alteraciones visuales. Y todo lo que tiene que ver con la soledad, no solo por el efecto protector de las redes sociales sino porque puede venir acompañada de una pérdida funcional y del autocuidado.
Dirige un máster de Psicogerontología en la USC. ¿De qué se trata?
No. Nosotros ofrecemos una formación específica profesionalizante para psicólogos que vayan a trabajar con personas mayores. Las asociaciones han contratado a muchos de nuestros egresados y los valoran muy bien.
Participa en el Living Lab de demencias del Meixoeiro.
Queremos aprovechar el fenómeno de la longevidad y la hiperlongevidad de Galicia parea hacer una investigación lo más puntera y aplicada posible, con las empresas y los usuarios.
Impulsó el programa “Cómo funciona mi cerebro” en el Espazo+60 de Afundación en toda Galicia. ¿Cuál es la meta?
Una vez que pase esa fase de pilotaje la idea es compartirlo con el resto de entidades y con la sociedad civil.