Durante más de medio siglo, el rock and roll fue declarado muerto incontables veces. Cada generación parece despedirlo con un nuevo epitafio: desde la muerte de Buddy Holly en 1959 hasta la irrupción del punk y el grunge, movimientos que prometieron destruirlo para reinventarlo. Sin embargo, una y otra vez el género resurge con una energía inquebrantable, desafiando su propia extinción.
Lo que mantiene vivo al rock no es sólo su sonido, sino su actitud y su filosofía: una mezcla de rebeldía, enojo, ironía y fe en la música como una fuerza transformadora. Parece una llama que se resiste a apagarse y permanece encendida aunque pasen los años, los artistas, y las modas.
A lo largo de las décadas, muchos artistas se propusieron capturar ese espíritu en canciones que, más que homenajear al rock, lo celebran. A continuación, recopilamos cinco himnos que no sólo hablan sobre el rock and roll, sino que lo encarnan.
The Rolling Stones – «It’s Only Rock ’n’ Roll (But I Like It)» (1974)
Mick Jagger y Keith Richards compusieron este clásico como una declaración de principios: el rock no necesita justificación. En plena era del glam y los excesos, los Stones respondieron a la crítica con ironía y desparpajo. Grabada junto a Ronnie Wood antes de su ingreso oficial a la banda, la canción se convirtió en una de las joyas de su catálogo.
Kiss – “God Gave Rock and Roll to You II” (1991)
Inspirada en la versión original de Argent (1973), Kiss transformó «God Gave Rock and Roll to You II» en su propio himno. Lanzada en la banda sonora de Bill & Ted’s Bogus Journey, la canción se convirtió en un manifiesto: un lenguaje universal que une generaciones. Fue, además, el último video en el que apareció el baterista Eric Carr antes de su fallecimiento.
Joan Jett & The Blackhearts – «I Love Rock ’n’ Roll» (1981)
Convertida en uno de los mayores clásicos femeninos del género, la versión de Joan Jett (original de The Arrows, 1975) redefinió la actitud del rock desde la mirada de una mujer que no pedía permiso para ocupar el centro de la escena. Su icónico estribillo hicieron del tema una declaración generacional.
Neil Young – “Hey Hey, My My (Into the Black)” (1979)
En un momento en que muchos daban al rock por acabado, Neil Young escribió una elegía feroz y lúcida. «Es mejor arder que apagarse lentamente», cantó, resumiendo el dilema de una generación que se resistía a volverse irrelevante. El tema sirvió como espejo para músicos posteriores y consolidó a Young como el «Padrino del grunge”.
AC/DC – «Let There Be Rock» (1977)
Con un Bon Scott en estado de gracia, AC/DC narró el nacimiento del género con tono casi bíblico («que se haga la luz, que se haga el sonido…») mientras las guitarras de los hermanos Young parecieron relámpagos. «Let There Be Rock» es una celebración del ruido, la guitarra y el rock and roll.