Juan Bidart es arquitecto y especialista en biología del habitar. Una disciplina dentro de la arquitectura que estudia la relación del ser humano con su entorno edificado, pues los edificios influyen de manera decisiva en nuestra salud. Es por ello que Bidart alerta de que hay muchas casas que no han sido pensadas para quienes las habitan.

«Hoy en día, muchas casas no están diseñadas pensando en la salud de quienes las habitan», asegura. Bidart lleva viajando por todo el mundo desde hace más de 7 años y explica haber habitado más de 26 casas. «Cada una de ellas me dejó una enseñanza y un recuerdo de lo vivido, pero muchas también dejaron algo más, la sensación de que no habían sido pensadas para quienes la habitan».

Tener una casa ‘enferma’

¿Cómo detectar que nuestra casa está ‘enferma’? Hay varios factores que lo pueden indicar: «Casas con una mala ventilación, materiales tóxicos, poca iluminación natural, o incluso una orientación incorrecta pueden afectar directamente nuestra calidad de vida. Espacios que, lejos de ofrecer refugio, parecían repelerme», resume Bidart.

Saber hacer un buen diagnóstico del entorno y de los usuarios que habitan la casa es esencial a la hora de construir una casa, explica el arquitecto. «Sin un buen diagnóstico es como construir a ciegas, dejando que problemas invisibles se cuelen en nuestra salud y bienestar».

Estos errores arquitectónicos pasan factura y tienen consecuencias, como el aumento de problemas respiratorios y alergias, estrés y mal descanso debido a ambientes mal diseñados o consumo energético excesivo por sistemas poco eficientes».

Cómo revertirlo

Una casa sana, asegura Bidart, no es un lujo sino una necesidad. Para conseguirlo, antes de diseñar una casa es imprescindible comenzar con las preguntas correctas.

  • ¿Cómo afecta este entorno a quien lo habita? «Analizamos el clima, el terreno y el ecosistema local para integrar la casa de manera natural
  • ¿Cómo podemos alinearlo con la naturaleza y con las personas que lo convertirán en hogar? «Seleccionamos materiales saludables: materiales no tóxicos y de bajo impacto ambiental
  • ¿Cómo tener en cuenta el entorno? «Utilizamos la luz natural, ventilación cruzada, orientaciones y dirección de vientos para maximizar el confort y reducir el consumo energético

«Vivir en una casa diseñada para cuidar tu salud es invertir en una mejor calidad de vida», subraya el arquitecto. Se pueden reducir las enfermedades derivadas del ambiente interno, los espacios reducen el estrés y favorecen el descanso y regeneración del cuerpo y se consigue un menor gasto en energía y mantenimiento gracias a un diseño eficiente.

Más que una casa, «se trata de crear un espacio que sea parte de la salud de todos los que la habitan».