U2 supo consolidarse como una de las bandas más influyentes del rock y, sin lugar a dudas, esto ocurrió gracias a discos como The Joshua Tree y Achtung Baby. Sin embargo, el conjunto también alberga títulos que quedaron en deuda con las expectativas del público y la crítica.

El peso de la fama mundial y las ganas de experimentar llevaron a Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr. a publicar obras que, con el tiempo, terminaron catalogadas como las más flojas de su carrera. Por eso, en el día de la fecha queremos repasar los 3 peores álbumes de U2 según especialistas (vía Loudersound).

3. No Line On The Horizon (2009)

No Line On The Horizon fue producido por Brian Eno, Daniel Lanois y Steve Lillywhite. Debutó en la cima de los rankings en 30 países, pero sus ventas cayeron rápidamente: en EE.UU. vendió 484 mil copias en su primera semana, frente a las 840 mil de How to Dismantle an Atomic Bomb (2004). Medios como Rolling Stone destacaron canciones como “Moment of Surrender”, pero coincidieron en que el álbum no contaba con hits inmediatos y que su carácter experimental alejó al público general.

2. Pop (1997)

Este disco representó el intento más arriesgado de U2 de mezclar rock con música electrónica, techno y dance. Fue producido por Flood, Howie B y Steve Osborne, y se grabó en Dublín y Miami. Debutó en el primer lugar de las listas en 35 países, incluida la lista Billboard 200, pero no tardó mucho en perder impulso comercial.

Singles como “Discothèque” y “Staring at the Sun” lograron aparecer en MTV y radios, pero no se consolidaron como clásicos en vivo. Por su parte, las críticas apuntaron a la producción apurada del proyecto, lo que se tradujo en temas sin pulir y con una clara falta de cohesión.

1. Songs of Innocence (2014)

El 9 de septiembre de 2014, Apple sorprendió al mundo al anunciar junto a U2 el lanzamiento gratuito de Songs of Innocence, que apareció automáticamente en la biblioteca de millones de usuarios de iTunes. La estrategia de marketing, que era toda una novedad por aquel entonces, fue duramente criticada por los usuarios y catalogada como invasiva.

Producido por un extenso equipo que incluyó a Danger Mouse, Paul Epworth, Ryan Tedder, Declan Gaffney y Flood, el disco buscaba rescatar las raíces personales de la banda, con canciones inspiradas en la adolescencia de Bono en Dublín.

Vendió alrededor de 1 millón de copias físicas y digitales en todo el mundo, un número muy bajo comparado con lanzamientos anteriores. Aunque algunos críticos valoraron temas como “Every Breaking Wave”, la recepción general fue tibia y quedó más marcado por la polémica del método de distribución que por las pistas que lo componen.