Cada año, la gripe se cobra cerca de 2.000 vidas en España, un centenar en Castilla-La Mancha, y provoca complicaciones graves y hospitalizaciones por cuadros como la neumonía o problemas cardiocirculatorios, de ahí que se insista también en los profesionales sanitarios, ya que pueden contagiarse y contagiar en el ejercicio de su labor.
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Así, para evitar que la gripe siga causando estragos, el Consejo General de Enfermería (CGE) y la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (Anenvac) han lanzado un llamamiento conjunto a la población y a los profesionales sanitarios para que se vacunen frente a la gripe. Ambas entidades subrayan que la vacunación es la medida más eficaz para prevenir la infección y reducir las complicaciones derivadas de esta enfermedad, especialmente en los grupos más vulnerables.
La administración de una dosis cada temporada se considera necesaria ya que los virus sufren variaciones en su estructura molecular que les permiten escapar de la protección conferida por la vacunación o por la infección previa. Asimismo, los anticuerpos producidos en respuesta a la vacunación y/o infección previa disminuyen con el tiempo.
La campaña de vacunación, que en Castilla-La Mancha comenzó para los adultos el 14 de octubre, tiene como objetivo reducir los casos graves y las complicaciones especialmente en los grupos de riesgo entre los que se encuentran las personas mayores de 60 años, embarazadas, pacientes con enfermedades crónicas, contacto y cuidadores/as de las personas de mayor riesgo, personas institucionalizadas y profesionales sanitarios y no sanitarios que trabajan en el sistema sanitario.
Desde la temporada 2021-2022, la vacunación frente a gripe se recomendó junto con la vacunación frente a COVID-19 pero, para esta temporada 2025-2026, debido a la escasa circulación de este, el Ministerio de Sanidad ha optado por emitir recomendaciones por separado en la vacunación frente a ambos virus.



