Donald Trump estaba de fiesta por todo lo alto en Mar-a-Lago (Florida) la misma noche en la que expiraban las ayudas para alimentos para uno de cada ocho estadounidenses. El mismo día en que 42 millones de personas se veían al borde del abismo, con un cierre del gobierno que está llevando a las colas de los bancos de alimentos de miles y miles de empleados públicos, Donald Trump se reunía en una cena de gala con su secretario de Estado, Marco Rubio, bailarinas, música en directo y todo tipo de lujos.
El tema de la fiesta, según la Casa Blanca, era “A Little Party Never Killed Nobody”, canción que forma parte de la banda sonora de la película de 2013 El Gran Gatsby.
La fiesta, el viernes por la noche, víspera de que expirara el programa SNAP de alimentos por falta de financiación federal, Trump se encontraba en medio de una fiesta con invitados vestidos con trajes de los años 20 en mesas elegantemente decoradas mientras una banda tocaba en directo
En la mesa del presidente, además de Rubio y su esposa, estaban sus hijas Tiffany Trump y su esposo, e Ivanka y Jared Kushner.
Aproximadamente una de cada ocho personas en Estados Unidos depende del programa que subvenciona alimentos, a unos 190 dólares de media por persona. Un programa que ya había sufrido un recorte considerable, de 186 millones, con la megaley económica de Trump aprobada en julio.
El gobernador de California, Gavin Newsom, tuiteó: “Donald Trump organiza una fiesta al estilo de El Gran Gatsby mientras los beneficios del programa SNAP estaban a punto de desaparecer para 42 millones de estadounidenses. No le importas nada”.
La portavoz de la Casa Blanca Anna Kelly despreció este sábado las críticas de la oposición por la fiesta: “Estos demócratas están completamente equivocados. El presidente les ha pedido reiteradamente que hagan lo correcto y reabran el gobierno, algo que podrían hacer en cualquier momento”.
Un juez federal de Rhode Island ordenó el viernes a la Administración Trump que continuara financiando el programa SNAP, tras una demanda presentada por varios estados demócratas. Otra jueza de Boston dictaminó que el intento de la Administración Trump de suspender la financiación del SNAP era “ilegal”.
Trump, antes de irse de fiesta, dijo el viernes en Truth Social que sus abogados no están seguros de tener la autoridad legal para pagar el SNAP durante el cierre del gobierno y que habían solicitado aclaraciones a los tribunales.
¿Semana decisiva para el fin del cierre del gobierno?
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha declarado este domingo que Trump ha hablado con el líder de la mayoría del Senado, John Thune, y con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, informa Associated Press. Sin embargo, hasta el momento los republicanos han rechazado las peticiones de Trump de eliminar la regla que exige dos tercios de los votos en el Senado –60 votos– para superar cualquier objeción, lo cual a ellos les ha permitido bloquear políticas demócratas cuando estaban en la oposición en minoría.
Leavitt ha afirmado en Fox News que los demócratas son “unos fanáticos”. Y ha dicho: “Por eso el presidente Trump ha dicho que los republicanos deben ser firmes, inteligentes y usar esta opción [nuclear] para eliminar la obstrucción parlamentaria, reabrir el gobierno y hacer lo correcto por el pueblo estadounidense”.
Los demócratas han votado 13 veces en contra de la reapertura del gobierno, negando a los republicanos los votos necesarios en el Senado, donde cuentan con una mayoría de 53-47: insisten en negociar la extensión de los subsidios gubernamentales para la atención médica, que se suspenderán a fin de año, antes de dar vía libre a las cuentas de Trump.
Los republicanos, por su parte, dicen que no negociarán hasta que se reabra el gobierno.
El cierre del gobierno, que ya lleva 33 días, parece que se convertirá en el más largo de la historia. El récord anterior se estableció en 2019, cuando Trump exigió al Congreso fondos para el muro fronterizo entre Estados Unidos y México.
La presión de Trump podría imponerse sobre los senadores republicanos mientras las consecuencias del cierre del gobierno se agudizan, por los salarios atrasados para los empleados públicos, incluidos los controladores aéreos, y la incertidumbre sobre el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que tiene sin ayudas para alimentos a 42 millones de estadounidenses.
Este semana, con elecciones a la alcaldía de Nueva York a los gobernadores de Virginia y Nueva Jersey, podría ser crucial para los demócratas, ya que el período de inscripción abierta para los seguros médicos regidos por la Ley de Cuidado de la Salud Asequible (Affordable Care Act, conocida como Obamacare) comenzó el 1 de noviembre y muchas personas ya están empezando a recibir revisiones drásticas en las primas para el próximo año, lo que puede complicar realizar cambios.
El cierre de 35 días, entre diciembre de 2018 y enero de 2019, finalizó cuando Trump cedió en sus exigencias sobre el muro fronterizo. Lo cual ocurrió en medio de retrasos en los aeropuertos y cientos de miles de empleados federales sin cobrar.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó este domingo en la CNN “la mejor manera de que se paguen los beneficios del SNAP es que los demócratas —cinco demócratas— dejen de votar y reabran el gobierno”. Bessent, además, aseguró que los fondos para los programas de ayuda para comprar alimentos podrían reactivarse el próximo miércoles, después de las elecciones del 4 de noviembre.
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“Hay un proceso que debe seguirse, y tenemos que determinar cuál es ese proceso [tras los fallos del viernes]”, afirmó el secretario del Tesoro, quien añadió que activar los fondos para sufragar los beneficios de SNAP para el miércoles “sería posible”.