Martes, 4 de noviembre 2025, 07:54
| Actualizado 08:53h.
Javier Cámara entró ayer en la historia de ‘El Hormiguero’ con su visita número 20 al espacio de Antena 3. El actor, que presentaba la serie ‘Yakarta’, se convirtió en miembro del Club Infinity del programa. Un hito que solo habían logrado antes Arturo Valls, Carmen Machi, Jorge Cadaval y Luis Tosar. Y como invitado especial, Pablo Motos le hizo entrega de un reloj de lujo valorado en 3.500 euros.
Cámara lo rechazó… por una buena causa. «Pensaba que solo era la taza, pero el reloj es maravilloso. Yo no puedo… no llevo nada, no sé llevarlo. Os he pedido permiso para donar. ¿Se puede donar?», preguntó emocionado el actor. Motos le dijo que sí y éste explicó cuál sería el destino del reloj.
«El 9 de marzo la fundación Miquel Valls hace en Barcelona, en La Paloma, una gala donde rifan varias cosas para el ELA. Mi amigo Ilde Oliveras, que me estará viendo, es la persona que yo contacté cuando hice ‘Rapa’. Está enfermo de ELA y es un tipo que es pura vida. Siempre me dice que ‘el tiempo es oro’. Esto va para la fundación, para que lo rifen. Aportad lo que podáis. Esto es una maravilla y les va a encantar», apuntó Cámara.
Motos y el público aplaudieron el gesto y el presentador le lanzó una broma para arrancar la entrevista. Motos le preguntó si conocía la finasterida, ahora más conocida como «dudasterida». Cámara, que no daba crédito, pensó que se trataba de un vacile. «Los que empezaron a tomarlo, aunque no les funcionaba para la próstata, no lo querían dejar porque les salía pelo… Pero a ti te pilla tarde», le dijo Motos de sopetón.
Cámara se hizo el enfadado. «Eso sobraba, qué gratuito», le dijo mientras estiraba el teatrillo: «Me regalas un reloj y ahora me faltas al respeto. Es alucinante». La ‘bronca’ continuaba en plató y Motos no daba su brazo a torcer: «Lo digo porque hablamos del pelo y veo que ya en tu caso da igual que te las tomes».
El intérprete de ‘Yakarta’ aceptaba de buen grado la broma. «El caso es que has hecho un chiste faltándome al respeto. Siempre que vengo, me das zascas», le respondía. Y añadía: «No tengo problemas con ser calvo».
Reporta un error