La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha anunciado este martes la suspensión provisional del corredor portugués António Carvalho Ferreira por anomalías detectadas en su Pasaporte Biológico del Atleta en los años 2018, 2023 y 2024. La decisión se enmarca dentro del programa antidopaje gestionado por la International Testing Agency (ITA), que colabora con la Athlete Passport Management Unit (APMU) del laboratorio de Lausana, acreditado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

“El corredor ha sido suspendido provisionalmente de acuerdo con las normas antidopaje de la UCI”, reza el comunicado del organismo, que añade que no se realizarán más comentarios mientras el procedimiento esté en curso.

El Pasaporte Biológico es una herramienta que recopila los resultados de los controles realizados a lo largo del tiempo para detectar posibles manipulaciones o alteraciones en los parámetros sanguíneos de los deportistas. En caso de irregularidades, un panel independiente de expertos puede recomendar la apertura de un expediente disciplinario, como ha sucedido con Carvalho.

El caso se suma a otros recientes dentro del pelotón que han vuelto a poner el foco en el control biológico, como el de Oier Lazkano, quien también fue suspendido de manera provisional el pasado octubre por valores anómalos en su pasaporte. Ambos casos subrayan la mayor vigilancia de la UCI y la ITA sobre las fluctuaciones hematológicas de los corredores y su compromiso con la limpieza del deporte.

De momento, el portugués, que en el pasado defendió los colores del Glassdrive-Q8-Anicolor, no podrá competir hasta que finalice el proceso disciplinario y se determine si incurrió en una infracción de las normas antidopaje.