Una escultura alegórica a Manuel Torres preside desde este 4 de noviembre el parque del Concejo de Torres de Elorz, que además pasa a denominarse parque Manuel Torres. La inauguración coincide con los actos de celebración del 50 aniversario de la empresa MTorres.
En el acto estuvieron Amparo Lusarreta, viuda de Manuel Torres y presidenta de la empresa, y sus hijos, Yolanda y Eduardo, acompañados de una representación de trabajadores con su director general, Juan Albéniz. Por parte del Concejo, acudieron el presidente, Santiago Molinero, y los concejantes José María Aranaz, Carlos Sisniega y Eduardo Echarte; por el ayuntamiento del Valle de Elorz estuvieron su alcalde, Luis Maya, y los concejales Sebastián Marco y Patxi Zuza, así como la arquitecta municipal, Begoña Lausín. Varios familiares más de Manuel Torres, el expresidente del Gobierno foral Juan Cruz Alli, y algunos vecinos completaron los asistentes.
La escultura representa el rostro de Manuel Torres en el centro de un conjunto de formas y huecos que simbolizan «el apoyo incondicional de la empresa a los habitantes del lugar y su compromiso con el desarrollo local».
El acto comenzó con una argumentación del encuentro a lo que siguió la intervención de Carlos Ciriza, de Santiago Molinero y, para cerrar el acto, el agradecimiento de la familia. La viuda, Amparo Lusarreta, obsequió al concejo con una reproducción de la obra en pequeño formato.
El presidente del concejo anunció el nombramiento del parque como ‘Parque Manuel Torres’. “Hoy nos reunimos con profundo respeto —señaló Santiago Molinero— para rendir homenaje a un hombre excepcional, que fue más que un empresario; un visionario, un innovador y un ejemplo de trabajo y compromiso”.
“Su esfuerzo llevó el nombre de Torres de Elorz a lugares que jamás habríamos imaginado, demostrando que, desde un pequeño rincón de Navarra, se puede alcanzar el mundo sin perder la humildad ni las raíces manteniendo siempre una relación muy cercana”. “Hoy —continuó Molinero— damos su nombre a este parque con profundo orgullo, a título póstumo, pero con el mismo afecto de siempre; Torres de Elorz le recordará siempre con orgullo, respeto y gratitud”.
El autor, Carlos Ciriza, señaló que “Manuel Torres tenía esa forma única de dejar huella, de transmitir algo valioso en cada conversación, en cada gesto, en cada momento compartido, aprendiendo de él la fuerza el ingenio, la constancia ante los retos y, sobre todo, la grandeza de los valores humanos; la obra que hoy presentamos nace de ese recuerdo vivo, de ese encuentro entre memoria y materia”.
“He querido —finalizó Ciriza—que esta escultura refleje su manera de entender la vida y el trabajo: el valor del equipo, la pasión por innovar, la ilusión por cada nuevo proyecto, así como la búsqueda constante de hacerlo mejor: que esta escultura sirva no solo para recordarle sino para mantener vivo su ejemplo”.
Eduardo Torres, hijo de Manuel, agradeció al Concejo «el entrañable e importante detalle» que ha tenido con la memoria de su padre; y su hermana Yolanda dirigió el brindis posterior.
En un claro propósito de fortalecer el lazo entre la empresa y la localidad, se plantearon propuestas de realizar un evento anual en el parque donde se celebren actividades destinadas a los niños.
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