Además de por su dedicación obsesiva a sus papeles, Daniel Day-Lewis siempre ha destacado por ser un tipo discreto, de los que no sueltan una palabra más alta que otra a no ser que tengan una cámara delante. ¿Qué ha hecho falta, entonces, para que entre al trapo de una controversia?
Pues Brian Cox, eso ha hecho falta. Y, más concretamente, las acusaciones del actor de Succession, que le considera culpable de que Jeremy Strong se convirtiera en un intensito. En una entrevista con The Big Issue (vía Variety), Day-Lewis ha respondido a las palabras de Cox, reavivando de paso la eterna polémica sobre los actores ‘del método’ y sus excesos interpretativos.
«No me siento responsable en absoluto»
Brian Cox, que actuó junto a Daniel Day-Lewis en The Boxer (1997) responsabilizó a su antiguo colega de la conducta difícil de Jeremy Strong en el plató: «Jeremy fue el ayudante de Day-Lewis, así que aprendió todo eso de Dan», afirmó, antes de tachar al famoso ‘método’ de «mierda americana».
Al aludido, que ha salido de su retiro para protagonizar Anemone, esas palabras no le hicieron ni pizca de gracia. «Trabajé con Brian Cox una vez y ahora me he visto envuelto sin querer en esta pelea a bolsazos», declara. «Brian es un actor estupendo que ha hecho trabajos extraordinarios. Debido a ello, le han dado una tribuna de la que no piensa apearse. Si alguna vez quiere hablar del tema, ya sabe dónde estoy».
Asimismo, el actor de En el nombre del padre y El hilo invisible niega haber adoctrinado a Jeremy Strong. «Si pensase que nuestro trabajo juntos interfirió con su proceso creativo, me horrorizaría», prosigue. «Pero no creo que fuera así, así que no sé de dónde coño ha salido eso. Jeremy Strong es un actor estupendo, no sé cómo hace las cosas, pero no me siento responsable en absoluto».
Ahora bien, ¿qué rayos es el dichoso ‘método’? Según Daniel Day-Lewis, los plumillas del mundo del cine no saben en qué consiste. «No recuerdo a un solo periodista de los que se llenan la boca con el ‘método’ que tenga idea de cómo funciona ni de a lo que aspira», afirma el actor. «Solo se fijan en lo de ‘oh, vivió durante seis meses en una celda de una cárcel’, y esos detalles son los menos importantes».
El tan cacareado ‘método’, insiste Day-Lewis, es «un medio para un fin». Y ese fin es «liberarte para ofrecerles a tus compañeros de trabajo un ser humano que vive, respira y con el que pueden interactuar».
«Todo esto de ‘oh, es que es del método’ me toca los cojones», incide el actor. «¿De qué coño va esto? Porque siempre lo asocian a algún tipo de locura. Yo elijo quedarme [en el papel] en vez de salir y entrar en él para gastar bromas pesadas con cojines de pedos entre toma y toma, o lo que sea que piensa la gente que deberías hacer si eres actor».