El último fichaje del Hestia Menorca, Thad McFadden (Flint, Michigan, 1987), recala en la Isla avalado por la calidad que atesora y la experiencia que acumula al más alto nivel europeo. A sus 38 años, el escolta internacional por la selección de Georgia viene para ser una pieza importante en el esquema de Javi Zamora. Pero lo cierto es que con este cromo, el álbum del técnico madrileño ya tiene varios repetidos.
Aunque su contratación ha causado una expectación máxima entre los seguidores de la Primera FEB, el nombre de McFadden, cuya intención era regresar a España, ya había sido vinculado al Hestia Menorca el pasado curso. Poniéndose ahora a tiro al compartir agencia de representación con Javi Zamora, el también director deportivo no podía dejar escapar la oportunidad de traer un nombre ‘top’ tras el intento fallido de AJ Slaughter en verano —también representado por BeoBasket—.
Ajeno a la baja de Figueras
El fichaje del estadounidense había quedado totalmente cerrado antes del partido de Ourense. Por lo tanto, la llegada de McFadden es independiente a la lesión de Pol Figueras.
En un principio, McFadden se incorpora a la disciplina del Hestia para los próximos dos meses de competición. De esta manera, podría jugar un máximo de 8 partidos según contempla el contrato recién firmado: los dos de este mes de noviembre (Palmer y Oviedo, ambos fuera), los cinco del exigente mes de diciembre (Cantabria y Melilla a domicilio y Zamora, Estudiantes y Fuenlabrada en casa) y el primero de 2026 frente a HLA Alicante en el Pavelló Menorca.
Overbooking en el ‘2’
Por el perfil del jugador y el contexto en el que llega, la situación parece un calco del fichaje temporal de Jordan Davis a estas mismas alturas de la campaña anterior: un molde bastante similar al de McFadden por rol y posición —si bien Davis tiene una mayor facilidad para compaginarse al ‘1’ y al ‘2’—, vitola de megacrack y volumen de tiros. El norteamericano con pasaporte azerbaiyano activó su cláusula de salida el día de Navidad tras haberse sumado un mes antes al combinado insular, del cual se hizo dueño y señor. Con un promedio de 26 puntos, seis rebotes y 24 créditos de valoración en sus cuatro partidos —saldados con una sola victoria— como jugador del Hestia, el natural de Las Vegas puso rumbo a la liga griega.
Su salida provocó un claro reset en el equipo, que se vio obligado a reencontrarse con su estilo tras la irrupción de un jugador que amasaba la pelota en demasía. Eso no implica que el paso de McFadden vaya a ser igual, ni mucho menos, pero las características de ambas operaciones son parecidas en el fondo y en la forma.
Además, la baja de Figueras hace aún más evidente la falta de un director de juego ante los claros problemas de adaptación de Jalen Cone, en quien el entrenador ha demostrado una fe ciega con acciones y palabras en su rol para la posición de ‘1’. La fluidez necesaria para que los balones lleguen en óptimas condiciones a los Lobo, Littleson —quien probó el tiro hasta 25 veces en la última jornada— y compañía queda aún más en entredicho con la ausencia de esta figura y la llegada de otro pistolero cuya experiencia y calidad son avales más que suficientes para reclamar su espacio en la pista.