Este dúplex en tonos amarillo mantequilla, además de estar en máxima tendencia, centra su estructura y decoración en las emociones.
Mantequilla, nata y rojo frambuesa. No hablamos de un postre, sino de una de las casas más deseadas del momento. Este piso, situado cerca de la ciudad italiana de Pavia, es la traducción cromática de las tendencias más actuales en diseño de interiores: una auténtica caja de amarillo mantequilla donde techos, suelos y paredes se funden en una atmósfera envolvente de tonos cremosos y contemporáneos.
Detrás de esta puesta en escena está Boro Design Studio, que con su mirada ecléctica y poco convencional ha reinterpretado por completo el espacio. Nos encontramos en Siziano, en pleno corazón de Pavía, una ciudad universitaria llena de historia y encanto, a menudo eclipsada por su cercanía a Milán, pero rica en secretos y lugares por descubrir. Un poco como este dúplex, distribuido en dos niveles y lleno de perspectivas inesperadas, donde cada rincón parece revelar una mirada distinta. “En este proyecto, la arquitectura se reduce al mínimo”, explica Sergio Arnao, fundador del estudio, “para situar en el centro la experiencia sensorial y perceptiva de habitar”.

El color mantequilla está por todas partes, incluida la chimenea y la escalera. Hay algunos acentos de color más intenso, que como signos gráficos definen el espacio: las lámparas, la librería hecha a medida y la mesa de cristal de The Masie. El resto de los elementos desaparecen dentro de la arquitectura.
© Specchi StudioCuando el color es el que gana
El espacio se concibe como un entorno fluido y continuo, donde cada elemento dialoga con la propia estructura. En esa armonía cromática, el amarillo mantequilla asume el papel protagonista: se convierte en material arquitectónico y revela, en palabras del diseñador, “un equilibrio medido entre materia, luz y color”. La elección de una paleta cálida y neutra envuelve cada estancia, creando una atmósfera serena y uniforme, casi como si un velo amarillo suave cubriera todo el piso, incluida la zona de noche. Nada queda fuera de esa continuidad, ni siquiera la escalera, que actúa como eje central de la arquitectura.
“Es una escalera-escultura”, explica, “que rompe el rigor arquitectónico de la planta baja con una geometría multifacética y teatral”, sellando así un pacto entre la precisión formal y la ligereza visual.

El color es capaz de esculpir elementos, geometrías y recorridos, como en el caso de la escalera. En el mobiliario se han hecho algunas excepciones, como el taburete de acero y el sistema modular Kriptonite, a la derecha. En cambio, el sofá y la chimenea se integran en la composición.
© Specchi Studio
La escalera que conecta los dos pisos del dúplex es una estructura ligera y escultura que recorre la altura de la casa. El amarillo mantequilla colorea toda la escalera, desde los peldaños a la barandilla.
© Specchi Studio
La chimenea está envuelta en la misma gama de colores cálidos y neutros que el resto de estancias. Se eligieron algunos muebles de hierro para dar contraste, como la mesa auxiliar de Muuto. La iluminación es de Wever&Ducré, mientras que los accesorios son de QuadroDesign y Edizioni Design.
© Specchi Studio
El cuarto de baño de invitados contrasta con el resto de la vivienda con las paredes en rojo ladrillo y atrae todas las miradas. La grifería de acero inoxidable es de QuadroDesign.
© Specchi StudioOtras notas de color que marcan la diferencia
En este piso, la planta baja se llena de luz. No ya solo por el color, sino también por las grandes aberturas que permiten que la luz natural modele los volúmenes y esculpa las profundidades, “dibujando sombras suaves que se deslizan por las paredes y las convierten en parte del proyecto”.