Novak Djokovic vivió una de las noches más emotivas de su carrera en Grecia durante el ATP 250 de Atenas.

Tras ganar su primer partido profesional en suelo heleno durante el Campeonato Helénico -torneo que dirige su hermano-, el tenista serbio rompió a llorar en la pista al ver un homenaje en vídeo dedicado a Nikola Pilic, su antiguo mentor, fallecido el pasado mes de septiembre a los 86 años.

En la gran pantalla del estadio apareció un emotivo montaje con imágenes del que fuera su primer gran entrenador, figura clave en su desarrollo tanto deportivo como personal.

Djokovic no pudo contenerse. Conmovido, pidió disculpas al público por su emoción, pero quiso compartir lo importante que fue Pilic para él.

«Lo siento. Lo siento por emocionarme, pero él fue más que un mentor y un entrenador», explicó.

Novak Djokovic, durante la semifinal de Wimbledon ante Jannik Sinner

«Fue parte de mi familia, para mí y para mis hermanos«, dijo Djokovic con la voz rota, intentando contener las lágrimas. «Me ayudó muchísimo. Sin él, definitivamente no sería quien soy hoy«.

Pilic fue uno de los pioneros del tenis moderno en Yugoslavia. Como jugador, alcanzó la final de Roland Garros en 1973 y ganó el Abierto de Estados Unidos en dobles en 1970.

Nikola Pilic

Fue también protagonista del histórico boicot a Wimbledon ese mismo año, cuando 81 jugadores se retiraron del torneo en protesta por una sanción que él había recibido.

Pero más allá de sus logros, su influencia perdurará por su labor como formador. Cuando Djokovic tenía solo diez años, Pilic lo acogió en su academia de Múnich.

Fue allí donde moldeó su técnica, su mentalidad y su amor por el tenis. Desde entonces, el vínculo entre ambos fue mucho más que profesional.

Novak Djokovic, en el Six Kings Slam de Arabia Saudí

Homenaje en la pista

Después del partido, Djokovic fue acompañado sobre la pista por varios amigos y entrenadores de la academia Pilic.

El estadio, en silencio, se unió a un minuto de aplausos espontáneos, mientras el tenista contenía las lágrimas.

«Fue un momento muy emotivo. Para mí, Niki era como un padre tenístico«, explicó más tarde en declaraciones a la web de la ATP.

«Tuvo un papel fundamental en mi desarrollo, no solo como jugador sino como ser humano. Fue muy triste cuando supe que había fallecido hace unos meses».

Novak Djokovic baila tras el partido ante Evans.

Djokovic, que se ha trasladado a vivir a Atenas este año con su familia, quiso rendirle un tributo especial en este torneo que, por primera vez, disputaba en Grecia. Y lo hizo a su manera: con victoria, emoción y palabras sinceras.

«Mientras juegue al tenis y mientras viva, honraré su nombre«, dijo desde el centro de la pista.

«Esta noche fue una forma de rendirle tributo. Y estoy seguro de que, en el futuro, mucha gente sabrá cómo Niki impactó el mundo del tenis y del deporte. Lo merece. Fue un hombre muy especial».

Djokovic, tras ganar un partido en el Masters 1.000 de Shanghái.

El gesto de Djokovic deja claro que, más allá de los títulos y los récords, hay momentos que trascienden el deporte.

Esta vez, no fue el número de sets o el rival quien marcó la jornada, sino la memoria viva de quien enseñó al campeón a amar el juego desde niño.