Las acciones de Grifols llegaron a registrar un descenso superior al 5% al inicio de la sesión de este miércoles, liderando las caídas en el Ibex 35, aunque moderaron su caída al cierre (-3,2%). 

A pesar de batir las estimaciones y triplicar su beneficio neto, o de la revisión al alza de sus proyecciones de ingresos para el ejercicio actual, los inversores no vieron con buenos ojos las cuentas del productor de plasma.

 Sin embargo, el efecto divisa y su negocio en EEUU ensombrecen las expectativas alrededor de la empresa.

Grifols publicó el martes, tras el cierre del mercado, sus resultados financieros hasta septiembre, periodo en el que obtuvo un beneficio neto de 304 millones de euros, un 245% más respecto al mismo lapso de 2024, cuando las ganancias ascendieron a 88 millones. 

La multinacional catalana registró ingresos de 5.542 millones de euros entre enero y septiembre de 2025, un 7,7% más a tipo de cambio constante. El Ebitda ajustado alcanzó los 1.358 millones, con un margen del 24,5%. 

La deuda neta se redujo hasta 9.067 millones de euros, situando la ratio de apalancamiento en 4,2 veces a cierre de septiembre, frente a las 5,1 veces registradas del año anterior. 

La compañía anunció que la empresa ha revisado al alza su previsión de ingresos a tipo de cambio constante para 2025, situándola por encima de los 7.600 millones, ligeramente por encima de su pronóstico anterior. Thibault Boutherin, analista de Morgan Stanley, advierte de «un pequeño ajuste» en las estimaciones por el efecto divisa, que están presionando sus márgenes, según Bloomberg.