Alicia del Castillo

Martes, 4 de noviembre 2025

| Actualizado 05/11/2025 08:20h.

Portuguesa de nacimiento, «de Oporto y con mucho orgullo», Bárbara Duarte lleva más de media vida viviendo en Irun, «me considero irunesa». Apasionada del fútbol «desde siempre», hace nueve años el Mariño le robó el corazón a través de sus hijos. Fotógrafa deportiva, desde julio responsable de comunicación, acaba se ser nombrada vocal en la Junta Directiva, la primera mujer que forma parte de ella.

–¿Desde cuándo tu relación con el Mariño?

–Mi vínculo con el Deportivo Mariño comenzó hace nueve años, cuando mi hijo mayor empezó a jugar en el club. Desde entonces he estado siempre en la grada, como una madre más, acompañando, animando y viviendo cada partido con la misma emoción que los jugadores.

–Y a eso se unió tu pasión por la fotografía…

–He tenido la suerte de poder unir mi pasión por la fotografía con mi amor por el club. Aunque no formaba parte del equipo de trabajo, siempre quise capturar esos momentos que hacen grande al Mariño: la ilusión de los niños, el esfuerzo, las victorias y también, las derrotas, que nos enseñan a seguir creciendo. El 1 de julio de este año pasé a formar parte oficialmente del club como fotógrafa y responsable de comunicación, además de llevar todas las redes de la estructura masculina del Mariño. Es un sueño cumplido, porque me permite seguir mostrando desde dentro todo lo que se vive y se construye en esta gran familia. Además ahora juegan mis dos hijos en el Mariño.

–Y desde hace poquito, en la Junta Directiva. Primera mujer, además.

–Con mucha ilusión me he incorporado también como vocal en la directiva. Para mí es un honor poder aportar mi granito de arena desde otro lugar, ayudar a que el club siga creciendo y contribuir a que llegue cada vez a más personas, tanto dentro como fuera del campo. Ser parte de esta historia me emociona profundamente. El Mariño ha sido y es una parte muy importante de mi vida y de la de mi familia. Lo que quiero es que haya más mujeres como yo, que podamos estar en los banquillos con equipos masculinos, ser entrenadoras, entrar a una directiva…

«Quiero más mujeres entrenadoras con equipos masculinos, directivas…»

–El Mariño que es un club importante.

–El Mariño Real Unión, están los dos clubes fusionados, es la estructura femenina que actualmente cuenta con 12 equipos femeninos, una estructura grande que está creciendo, todo un logro. Esperemos que vaya a más, que cada vez haya más niñas que quieran jugar al fútbol.

–¿Y cómo ves al club?

–El Mariño Real Unión, en la estructura femenina, está muy bien. Tenemos las chicas del equipo mayor en Tercera RFEF, es una competición muy dura, pero muy bonita. Han logrado dos ascensos seguidos. Hay niñas que van a realizar entrenamientos con la Real, hay niñas pequeñitas de infantiles de fútbol 11 que han sido seleccionadas para entrenar con la selección de Gipuzkoa.

–¿Qué es lo que necesitáis?

–Necesitamos un campo de fútbol, unas instalaciones donde poder entrenar en condiciones. En Irun está muy limitado. Hay muchos equipos de fútbol, compartiendo campos. El Mariño comparte campo con Landetza, algunas categorías entrenan en Ventas, en el Gal. Lo que no puede ser es que la escuela de fútbol entrene a la noche. Los de 11 años entrenan de ocho menos cuarto hasta las nueve. Las chicas de tercera necesitan tres y cuatro entrenamientos ena la semana y es muy difícil compaginar.

–¿Cómo es tu trabajo en el área de comunicación y fotografía?

–Desde ahí puedo aportar una imagen más unida, actual y positiva del club. Quiero que la gente vea lo que somos, no solo en los resultados deportivos, sino en sus valores, el trabajo y la ilusión que hay detrás. Y como vocal aportaré ideas, organización y compromiso. El deporte es una escuela de vida. Enseña valores como el esfuerzo, el compañerismo, el respeto y la superación. Ayuda a los jóvenes a crecer no solo físicamente, sino también como personas, a trabajar en equipo y a entender que los logros llegan con constancia y compromiso. Las familias son el corazón del club, acompañan, animan y también colaboran en actividades, eventos y todo lo que haga falta. Sin ellas, el Mariño no sería lo que es.

–El deporte es importante también para ti.

–Es una forma de vida. He visto cómo ayuda a los niños y jóvenes a crecer con valores, cómo une a las familias y cómo crea lazos que van más allá de los resultados. El deporte enseña a levantarse, a compartir y a disfrutar y eso es lo más bonito que tiene.

–Y el Mariño.

–Para mí, Javier Mariño representa el corazón del club. Siempre está ahí, pendiente de todo, apoyando, escuchando y trabajando con una pasión que contagia. Su dedicación y su amor por el club son un ejemplo para todos los que formamos parte de esta gran familia. Ser la primera mujer en formar parte de esta directiva es un paso importante, no sólo para mí, sino para todas las mujeres que aman el fútbol y que sueñan con ser parte activa de él, no solo en la grada o en el césped, sino también en la toma de decisiones, en los banquillos y en los medios. Formar parte de la directiva también significa aportar una mirada nueva, el fútbol no tiene género, tiene pasión.

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