A solo unas horas de que el euroRayo reciba en casa al Lech Poznan, un equipo polaco cuyos ultras (los denominados Terror Machine) tienen la dudosa fama de ser una de las hinchadas más temidas de Europa, las calles del barrio de Vallecas han sido … escenario de una tremenda batalla campal. Más de 200 miembros de Bukaneros han salida a la caza de los radicales polacos, armados con palos y bengalas, y los han encontrado minutos antes de la medianoche a la altura del Metro de Buenos Aires, en plena avenida de la Albufera y a solo unos pasos del estadio franjirrojo.

En ese punto, alrededor de 350 individuos se han enzarzado en una descomunal reyerta, extendida por espacio de diez minutos, en la que ni siquiera la llegada de la Policía Nacional ha servido para disolver de inmediato a la turba. De hecho, los agentes se han visto obligados a efectuar varios disparos al aire para contener a la multitud, provocando la estampida de los contendientes. Los servicios de emergencia han recibido el primero aviso a las 23:52 horas, cuando numerosos vecinos se han asomado a las ventanas alertados por el estruendo en la calle.

Un ultra de los Bukaneros ha sido detenido y otro, también del grupo madrileño, ha resultado herido por un fuerte golpe en la cabeza y otras contusiones. Los facultativos de Samur-Protección Civil lo han trasladado consciente al hospital, sin que su vida corriera peligro. El partido ha sido declarado de alto riesgo, una máxima que se aplica desde hace años a todos los encuentros de fútbol de competiciones europeas.

El sindicato policial Jupol ha criticado duramente «la falta de previsión, planificación y responsabilidad» del delegado del Gobierno en Madrid tras los graves disturbios ocurridos esta noche en Vallecas. Según el sindicato, existía información previa sobre la convocatoria violenta difundida en redes, foros y canales de mensajería, pero no se tomaron medidas preventivas ni se desplegaron las Unidades de Intervención Policial necesarias. Jupol considera «gravísimo» que los agentes tuvieran que enfrentar una situación de alto riesgo con medios insuficientes y acusa al delegado del Gobierno de priorizar intereses políticos sobre la seguridad ciudadana, exigiendo responsabilidades y una revisión urgente de los protocolos de actuación.