Lo que hace unos meses parecía un sueño lejano, hoy es una realidad: Jéssica Bouzas Maneiro disputará por primera vez unos octavos de final en un torneo WTA 1000, nada menos que en Montreal, uno de los grandes escenarios del circuito. La tenista vilagarciana lo logró tras imponerse en un intenso y exigente duelo ante la japonesa Aoi Ito, por 4-6, 7-5 y 6-3, en un partido que exigió su mejor versión tanto física como mental.

El encuentro no fue fácil para Bouzas, que tuvo que remar desde el primer set ante una rival con un planteamiento eminentemente defensivo. Ito ralentizó el ritmo del partido con golpes cortados y bolas altas que incomodaban a la gallega, forzándola a atacar desde posiciones incómodas. El primer set cayó del lado de la japonesa, que consiguió desestabilizar a Bouzas con su consistencia y su capacidad para devolverlo todo.

Lejos de venirse abajo, la tenista arousana reaccionó con inteligencia y valentía en la segunda manga. Aceleró el ritmo y apostó por una estrategia más agresiva. Llegó a colocarse con un prometedor 3-1 y estuvo cerca del 4-1, pero Ito no se lo iba a poner fácil. La japonesa llegó a tener el set casi en su mano, con un inquietante 5-4 y 30-30 al resto, pero Bouzas resistió con temple y decisión, apoyada en un revés cruzado que desarmó a su oponente en los momentos clave.

Ya en el tercer y definitivo set, Bouzas mantuvo la iniciativa y no volvió a ceder el control. Supo gestionar los intentos de remontada de Ito y mostró una notable madurez competitiva, dosificando esfuerzos y evitando los errores que la japonesa trataba de inducir desde el fondo de pista. El 6-3 final selló una victoria trabajada, sufrida y muy valiosa en su carrera hacia la consolidación en el circuito de élite.

Con este triunfo, la gallega continúa escalando posiciones en el ranking WTA, donde ya está en el top 50, consolidándose como una de las grandes revelaciones de la temporada. Su siguiente rival en Montreal será Zhu Lin, veterana tenista china de 31 años. Los cuartos esperan.