El arbitraje español volvió a ser protagonista en la Champions. La Atalanta se llevó ayer los tres puntos del Vélodrome en un encuentro que se decidió en los minutos finales gracias a un polémico gol de Samardzic que llegó inmediatamente después de una mano no señalada en el área contraria a favor del Marsella.

El protagonista del partido fue, sin duda, el colegiado Sánchez Martínez. Corría el minuto 88 cuando Éderson, jugador del cuadro italiano, en su intento por controlar un balón en el área, golpeaba el esférico con la mano.

En primer plano observó la jugada el exazulgrana Aubameyang, que se giró inmediatamente hacia el árbitro para pedirle penalti, pero que se sorprendió al ver que Sánchez Martínez no tenía intención de señalar la pena máxima.

Pero la polémica fue todavía más allá. Las imágenes muestran al colegiado español llevándose el silbato a la boca, pero en ningún momento lo hizo sonar y la jugada continuó. Ahí estuvieron muy vivos los futbolistas de la Atalanta para generar un contragolpe que culminó Samardzic con un golazo espectacular desde la frontal del área al palo largo.

Gol para la Atalanta o penalti para el Marsella

El gol, como no podía ser de otra manera, desató todo tipo de protestas. Por un lado, los futbolistas del Marsella solicitaban revisión en el VAR (donde estaba otro español, Cuadra Fernández) para no solo anular el gol sino también poder disfrutar de un penalti a favor ya en el tiempo añadido. Mientras, la plantilla italiana se quejaba de todo lo contrario, asegurando que la mano venía de un rebote y, por tanto, que el gol era legal.

Y tras una larga revisión y una charla con ambos capitanes, además de unas airadas protestas a Soto Grado -cuarto árbitro- por parte del entrenador del Marsella Roberto De Zerbi, Sánchez Martínez confirmó la validez del tanto, permitiendo a la Atalanta sumar tres puntos que le colocan en la zona media de la tabla.