Jueves, 6 de noviembre 2025, 00:39
| Actualizado 11:45h.
Jesús Bastante (Madrid, 1976) es uno de los periodistas que más sabe de información religiosa. Con su segunda novela, ‘El aprendiz de Gaudí’ (La Esfera de los Libros), se permite volver a saltarse unas cuantas normas del periodismo, como la de «buscar la verdad a toda costa» para «colocar piezas sin necesidad de que todas sean reales». Lo hace, eso sí, con rigor histórico y un importante material de documentación. Presenta el libro este jueves 6 de noviembre en la iglesia de la Coronación de Vitoria (19.00 horas, entrada libre), junto al arquitecto Ferrán Solé y el obispo Jesús Martínez Gordo. «No se me ocurre mejor compañía para hablar del ‘Arquitecto de Dios’», apunta.
«Gaudí es el último gran genio de los dos últimos siglos. No hay otro artista, no sólo arquitecto, que se haya atrevido a innovar como lo hizo en su tiempo, pese a la incomprensión de muchos», señala el autor, que recurre al inicio de la construcción de la Sagrada Familia como decorado de una historia de «amor y belleza» en la Barcelona del siglo XIX.
– Ese romance es el de Rosetta y Pau. ¿De quiénes beben estos personajes?
– Rosetta es un personaje real, la sobrina de Gaudí, aunque muy desconocida para el gran público. Es una niña diagnosticada como oligofrénica y apartada de todo contacto social, que a la vez cuenta con un impresionante mundo interior. Su imaginación, en la novela, sirve para que su tiet no pierda los sueños, la imaginación desbordante de los niños. El arte, además, se convierte en su válvula de escape para un mundo que no la entiende ni quiere saber de ella. Pau, que sí que es un personaje ficticio, simboliza tantos niños rotos de la época.
– La historia se desarrolla en una Barcelona en plena transformación. ¿Qué ecos cree que tiene aquel tiempo en la sociedad actual?
– Siempre digo que esta es una novela como una muñeca rusa. Es la historia de la construcción de un amor, dentro de la construcción de una iglesia, dentro del desarrollo de una ciudad (el Eixample multiplica por cuatro la población de Barcelona) y en mitad de un mundo que se reinventa, el de la crisis de final del siglo XIX. Las luchas políticas y sociales convierten en ese tiempo a Barcelona en la ciudad de las bombas y la capital del anarquismo, el comunismo y las luchas obreras. En este sentido, esa época sirve para explicar muchas de las cosas que nos están ocurriendo. Curiosamente, o tal vez no tanto, estamos asistiendo, como entonces, a cómo los ricos (la burguesía de la época) está convenciendo a ‘sus’ pobres (los de la Barcelona del XIX) de que otros más pobres que ellos (los migrantes de la España peninsular en la época, los provenientes de distintos rincones hoy), son los culpables de su miseria. Mientras se fomenta el odio al otro, y los de siempre se siguen llenando los bolsillos. Hay lecciones de la Historia que nos resistimos a aprender. Y pese a todo, siempre surgen genios, o rebeldes, que tratan de aportar esperanza.
Presentación en la iglesia de Coronación
-
Jueves 6 de noviembre
Jesús Bastante presenta la novela ‘El aprendiz de Gaudí’, una historia de amor ambientada en los primeros años de la construcción de la Sagrada Familia. Le acompañan Ferrán Solé y Jesús Martínez Gordo, en un acto organizado por Foro Krisare. Habrá firma de libros.
– Hace unos meses Gaudí fue declarado en abril venerable por el Vaticano, paso previo a la beatificación. ¿Cómo la ve de cerca?
– Sinceramente, bastante cerca. La declaración de venerable fue lo último que firmó el Papa Francisco. Actualmente, hay una fecha marcada en rojo: el 10 de junio, de 2026, cuando se celebra el centenario de la muerte de Gaudí, se ha fijado el final de la construcción del templo (colocando la última de las cruces en la torre de Jesús) y se ha invitado al Papa León. Sé que se hay dos posibles milagros atribuidos a la intercesión de Gaudí (requisito imprescindible para ser declarado beato), y si alguno se aprueba, se podría dar la situación deseada tanto por la Iglesia catalana como por la Sagrada Familia.
– Se suele destacar de Gaudí su genialidad artística, pero no se ahonda mucho en su religiosidad.
– Creo que definir a Gaudí solo como un gran artista, o únicamente como un esteta religioso es un error. Como todos, Gaudí está formado de instantes que conforman una vida. Él no siempre fue un creyente estricto, casi fundamentalista. De hecho, su acercamiento, casi obsesivo, a la religión, tiene que ver con un desengaño afectivo, y especialmente con la consagración de su vida a la Sagrada Familia. Creo que Gaudí fue un hombre que quiso, y no pudo, vivir una vida normal, y que encontró en el arte una ocasión para trascender. Y, afortunadamente para todos, su obra es un fiel reflejo de eternidad.
– Presenta (hoy) el libro en una iglesia de Fisac. De primeras su arquitectura no guarda mucha relación. ¿Les une algo?
– La belleza. Fisac es un arquitecto enorme, y tengo muchas ganas de poder vincular ambos estilos, que son diferentes, en torno a la conversación. Además me acompañarán un arquitecto y un teólogo. No se me ocurre mejor compañía para hablar del ‘Arquitecto de Dios’.
– En Vitoria se habla desde hace años en convertir otra iglesia modernista, la de San Francisco (conocida por los sucesos del 3 de marzo) en un memorial. ¿Conoce otros ejemplos de templos que se hayan reconvertido de esta manera?
– No soy un experto en el tema, pero creo que la iglesia de San Francisco tiene una significación especial, mucho más allá de su estilo arquitectónico, y como tal merece ser un espacio de la memoria, independientemente de su permanencia o no como templo. Salvando todas las distancias, a lo largo de la historia, los templos (de la religión que sea) se han ido reconvirtiendo según las necesidades de la época. La mezquita de Córdoba, hoy catedral católica, es solo un ejemplo universal.
Reporta un error
