Las fachadas de muchas de las casas a lo largo y ancho de toda la provincia de Almería han dejado de ser meros muros de cal y cemento para convertirse en auténticos lienzos que cuentan historias. Paisajes que te transportan a otros lugares, animales que casi respiran o composiciones más clásicas. Fran Fajardo, el artista almeriense, lo pinta todo: desde flores y jardines hasta las “ideas más locas” que le piden los clientes.

Pero la historia de Fran no fue un plan de vida trazado. El pintor de cuyo pincel brotan obras de arte por toda la geografía almeriense “nunca tenía planeado hacer de mi pasión un trabajo”. De hecho, “lo evité lo más que pude”.

«Nunca tenía planeado hacer de mi pasión un trabajo. Lo evité lo más que pude»

Tal y como el artista ha contado en una entrevista en la Cadena SER Levante, lleva 20 años pintando por pasión, pero su dedicación profesional es más reciente. Después de haber pasado por “muchos desengaños laborales” por toda España, tanto en su sector como en otros que probó, un día pintó un mural en su propia casa. Fue idea de su mujer, quien le animó a dar el salto. Y ahí “dije: yo podría estar haciendo esto”.

El paraíso de los jubilados europeos

Actualmente se dedica al 100% a los murales, sobre todo en aquellas viviendas que eligen los residentes europeos para su retiro en toda la provincia de Almería. “Trabajo sobre todo para ingleses, belgas y holandeses que vienen a España” explica.

Mural pintado por Fran Fajardo.LA VOZ

Francisco Marín junto al mural de Pets Paradise.

“Vienen buscando una vida más tranquila y pasan su jubilación. Entonces van pensando en una casa bonita, una flor bonita, un jardín… No tienen las mismas prioridades que los españoles que nos gusta más una casa en la playa o unas vacaciones” detalla.

Precisamente, esta diferencia de enfoque ha hecho que Fran recorra ya toda la provincia de Almería y haya hecho “alguna escapada fuera” – aunque asegura que no es su prioridad –, adaptándose a lo que le piden pero siempre priorizando las “texturas del pincel” y “proponiendo mi visión de estilo y diseño” en las ideas que refleja sobre las fachadas.

Separar el trabajo de la pasión

El artista reconoce que “retrasé todo lo que pude dedicarme profesionalmente a lo que me gustaba, porque a la hora de tener que hacerlo por obligación, mata un poco la pasión”. Para él, fue un “bache” que tuvo que superar.

Y, ¿Cómo lo hizo? Estableciendo una clara división en su cabeza: “Lo que hago en mi trabajo son obras de pintura y lo que hago en mi tiempo libre son obras artísticas, en base a que yo decido cuándo, cómo y qué”.

En su tiempo libre, sigue pintando porque lo necesita, porque la pintura siempre “ha sido un desahogo”. De esa manera, “la pasión sigue intacta” y ha encontrado un equilibrio entre “lo que mejor se me da y lo que la gente necesita”.

Mural pintado por Fran Fajardo.LA VOZ