La Fundación ‘Rodera Robles’ presentó este jueves el libro ‘El archivo fotográfico de Eduardo Rodera’, editado por la Librería Cervantes, que, con el cuidado con el que lleva tratando a la provincia desde su línea editorial desde hace cerca de 40 años, ha querido ser partícipe de este homenaje a la afición de Eduardo Rodera por la fotografía y los paisajes, naturales y costumbristas, segovianos.

Presentado en el Museo Rodera Robles por Miguel Ángel de Vicente, presidente del patronato, el director del Museo, Rafael Cantalejo, y el propietario de la Librería, Guillermo Herrero, el libro recoge las fotografías más llamativas que tomó Eduardo Rodera durante paseos sus por la Sierra de Guadarrama y sus visitas a los pueblos de la provincia. “Aunque su vida transcurría fuera de Segovia debido a su puesto de trabajo en el Ministerio de Hacienda, no olvidaba sus raíces y, junto a su mujer, Rafaela, visitaba con cierta frecuencia tanto el Real Sitio como la capital”, explicó Cantalejo, asegurando que las fotografías tomadas por Rodera, “pese a que las hiciese como fotógrafo aficionado y no profesional, son de gran valía y permiten documentar cómo era el pasado en el territorio segoviano de la segunda mitad de siglo XX”.

Así, entre las instantáneas que recoge la publicación y que ya fueron expuestas en el Museo en 2017 y 2019 en las muestras ‘Segovia en la mirada de Eduardo Rodera. El apego a las raíces’ y ‘El mundo apacible de Eduardo Rodera al pie de Guadarrama’, se pueden encontrar múltiples escenarios de Segovia capital, pero también las calles y el entorno del Real Sitio, sus jardines, la Pradera de Navalhorno, el aserrío de Valsaín, la Boca del Asno, la Cueva del Monje o Peñalara. “Muchos son lugares que la mayoría de los segovianos conocemos y que se mantienen prácticamente intactos pese al paso del tiempo”, afirmó De Vicente, señalando también que “otros se muestran actualmente irreconocibles en la cámara de Rodera y por ello su valor patrimonial, además de sentimental para muchas personas, es muy importante”. Asimismo, el libro, que está ya disponible para su compra en la Librería Cervantes, incluye instantáneas de fiestas, rituales religiosos o costumbres familiares que Rodera fue tomando, especialmente durante sus veranos en la provincia.

Tal y como señalaron Cantalejo y De Vicente, la publicación pretende, además, completar la celebración del trigésimo aniversario de la Fundación de una manera que, como reconocían ambos, Eduardo Rodera jamás habría imaginado. “Su gran afición, el coleccionismo de los objetos más variopintos, le hizo soñar con un Museo en el que poder exponerlos a sus conciudadanos; hoy ese Museo, además de ser una realidad de veintitrés años, gracias a la labor de Rafael Cantalejo y el resto de patronos de la Fundación, ha sido sede de dos exposiciones de su otra gran afición, la fotografía, que culminan en este libro”, concluyó De Vicente.

Además, y con el mismo fin de celebrar el aniversario, la Fundación convocará próximamente un concurso de fotografía.