Iñigo Tina, de 32 años, dice que está abierto al amor pero que su futura pareja debe respetar a Bruma, su ‘mujer perruna’
Viernes, 7 de noviembre 2025, 09:59
| Actualizado 10:06h.
Iñigo Tina (Vitoria, 32 años) es uno de los veinte concursantes de la vigésima edición de ‘Gran Hermano’ que se estrenó ayer en Telecinco. El joven ya duerme entre las paredes de la casa más famosa de la televisión, ahora trasladada desde Guadalix hasta Tres Cantos. El nuevo inmueble es una infraestructura más moderna, de 1.700 metros cuadrados, y más adaptada a las necesidades de los nuevos tiempos… Allí Iñigo tendrá que convivir con 19 rivales, que lucharán por hacerse con el ansiado maletín valorado en 150.000 euros.
Este vitoriano es un amante del gimnasio y del mundo del ‘crossfit’, un deporte que practica habitualmente, tal y como presume en su vídeo de presentación. Es ingeniero, dice tener mucho carácter y asegura que es «muy estricto conmigo y con los demás». Pero tranquiliza a sus compañeros: «Aunque tengo pinta de vasco rudo en realidad soy un cachito de pan».
También se define como «natural y honesto» porque «digo las cosas como las siento». Es cuestión de horóscopos, piensa él: «Soy Aries así que tengo un carácter muy marcado y cuando me tocan las narices se me nota».
Se da la casualidad que Iñigo conoció a una joven llamada Edurne en el casting de ‘GH’ en Barcelona… y surgió la chispa. Ahora ambos convivirán juntos. Anoche se reencontraron en una de las salas externas de la casa, antes de reunirse con sus nuevos compañeros, y alucinaron con la sorpresa. «Lo sabía, te lo juro que estaba pensando en ti», le dijo ella mientras que él confesaba que le había costado reconocerla por «estar desubicado». «Qué fuerte, parece que fue ayer», dijo el vitoriano. La pareja recibió la bendición de Jorge Javier Vázquez: «Tenéis muchos días por delante para conoceros más a fondo, mucha suerte y a la casa».
Si surge el amor entre Iñigo y Edurne, esta última tendrá que respetar a la otra ‘mujer’ del joven vitoriano. Se llama Bruma, tiene 3 años y según Iñigo es la «mujer de mi vida». Su perra lo es todo para él. Se la lleva al monte, al campo, a la playa… cualquier plan con ella es ideal. «Aunque estoy casado con ella estoy abierto al amor y poder encontrar a alguien con quien compartir estos momentos… Si me enamoro me enamoro», cuenta entre risas en su vídeo de presentación.
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