El Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona ha vuelto a marcar un hito en la innovación quirúrgica, consolidándose como pionero a nivel europeo en cirugía robótica de Urgencias. Tras estrenar esta tecnología hace unos meses en una cirugía robótica programada por primera vez en España, recientemente dió el salto a la supervisión remota inmersiva para una cirugía robótica urgente y no programada, una primicia en Europa.

Este logro garantiza la disponibilidad de un sistema robótico operativo las 24 horas del día, los 365 días del año, para atender urgencias. José María Balibrea, jefe de la Unidad de Cirugía General de Urgencias del Hospital, destaca que disponer de un robot operativo permanente ha supuesto «dar un salto cualitativo a la atención urgente, asegurando los mismos estándares de precisión, ergonomía y seguridad que en las cirugías programadas».

Hemos hablado con el «cirujano desde mi salón», Jordi Tarascó, cirujano del Hospital Germans Trias i Pujol, el hombre que asistió a una operación de apendicitis desde el sofá de su casa. «Nos permitirá contar con especialistas en un momento de urgencias, en cualquier lugar. Tenemos que lograr apretar un botón y que todo esté listo, pero ya funciona.

De la videollamada a la telepresencia

La intervención que sirvió de prueba piloto se realizó a un paciente de unos 30 años con apendicitis aguda. La cirujana Íngrid Tapiolas realizó el procedimiento en el quirófano, mientras que Jordi Tarascó, especialista en Germans Trias, asistió y orientó el proceso desde su propio domicilio.

En declaraciones a Gaceta Médica, Tarascó explicó que el hospital ya era referente en formación robótica, «utilizando plataformas digitales para asesorar a compañeros en directo a nivel nacional e internacional, pero siempre desde un punto de vista de cirugía electiva, no en un contexto de Urgencias. Llegábamos a hacer videollamadas desde el quirófano, y esto es muy diferente». El hito real es haber sumado esa tecnología, desarrollada junto a la empresa mSurgery, al programa de Urgencias, siendo el primero en Europa en hacerlo. Tarascó recordó que, en procedimientos de Urgencias, donde «el cirujano puede sentirse atascado, no estar especializado… y esa ayuda a distancia solía venir con soluciones poco óptimas, como videollamadas entre compañeros, ya que a veces son cirugías complejas, difíciles».

Ahora, utilizando las gafas de realidad mixta, que son una combinación de diferentes tecnologías como fibra, realidad virtual y edge computing, el especialista puede dar directrices a compañeros con menos experiencia o en casos complejos, «sin necesidad de desplazamiento y a tiempo real».

Inmersión total y guiado especializado

El sistema de supervisión remota garantiza que el especialista fuera del quirófano no solo vea la operación, sino que la experimente de forma inmersiva. «Tenía la sensación de estar dentro del quirófano,» afirmó. El doctor explicó que el sistema le otorgó la misma visión 3D inmersiva que la que tiene el cirujano sentado en la consola robótica, «recreando totalmente el espacio del quirófano».

Además, la cámara de 360 grados le permite además de ver todo el entorno del quirófano, además de «hacer anotaciones en la pantalla, desde mi casa, donde el cirujano que estaba operando estaba viendo mis indicaciones y puede seguirlas».

Este apoyo remoto demostró ser vital, especialmente en casos donde el cirujano de guardia se enfrenta a especialidades ajenas a su experiencia. «A lo mejor uno que hace mucha cirugía de colon, viene un paciente operado de una cirugía de obesidad que está complicado, entonces tiene que enfrentarse a este caso y puede pedir ayuda a un compañero que está en casa, que sí tiene esa especialidad».

En el caso de la apendicitis, la intervención se complicó debido a la obesidad severa del paciente. Los consejos a distancia permitieron mejorar el acceso a la cavidad abdominal, «garantizando un procedimiento fluido, sin incidencias ni demoras». En este sentido, Tarascó concluyó que esta intervención remota “puede ser factible, segura y eficiente en entornos quirúrgicos de alta complejidad”.

Pero como toda tecnología, tiene límites. «Las gafas de realidad mixta únicamente me permiten hacer una interacción con el cirujano, pero en ningún momento, todavía, se puede controlar el robot. Muchas veces agradecemos que alguien con más experiencia nos aconseje».

Desafíos y visión de futuro

Si bien la tecnología es robusta, con «una latencia extremadamente baja, entre 150 y 200 milisegundos, que es totalmente tolerable en cirugías», el principal desafío es la velocidad de activación en un contexto de urgencias.

Tarascó admitió que la conexión actual, utilizada en la prueba piloto, «necesita cierto tiempo de preparación«. La meta a corto plazo es que la tecnología se integre completamente en el quirófano de urgencias, de modo que simplemente «apretando un botón tengamos ya la conexión con el especialista correspondiente, esté donde esté».

Esta herramienta pionera no solo es valiosa para situaciones de urgencia o falta de especialización, sino que también abre la puerta a nuevas posibilidad de formación en cirugía robótica. Mirando hacia el futuro, Tarascó considera que, si esta herramienta se implementa progresivamente, podría surgir la figura del «cirujano localizable en su domicilio» para dar soporte. Incluso vislumbra una aplicación que permita a especialistas con experiencia apuntarse para estar «operativos» a nivel nacional, ofreciendo soporte ante una urgencia compleja en cualquier hospital de España.

Ahora el Hospital Germans Trias i Pujol, que ya es un referente continental, está compartiendo su modelo organizativo con hospitales de toda Europa, que están interesados en replicar esta estructura para la excelencia asistencial.

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