En un momento en el que los interiores minimalistas han reinado durante años, las molduras han vuelto para demostrar que el detalle sigue marcando la diferencia (aunque yo me pregunto, ¿alguna vez se fueron?). Paredes vacías, techos lisos y líneas puras empiezan a ceder protagonismo a los relieves, los marcos y los baquetones, que aportan textura, profundidad y elegancia atemporal. Y es que, más allá de la moda, estos elementos arquitectónicos han regresado como símbolo de sofisticación en las viviendas contemporáneas.

En las casas más cuidadas, las molduras ya no se asocian al exceso o al clasicismo, sino a la búsqueda de espacios con alma. Arquitectos e interioristas han aprendido a reinterpretarlas con un lenguaje actual, integrándolas en tonos neutros o empleándolas para resaltar la proporción y la luz. Entre quienes mejor dominan este equilibrio se encuentran Sergio Peñalba y Eugenia Tapia, de Estudio Ramírez de Peñalba, conocidos por su enfoque refinado y su capacidad para combinar tradición y modernidad.

Con ellos hablamos sobre el papel de las molduras en 2026, su potencial decorativo y los errores más comunes al aplicarlas. ¿Seguirán siendo tendencia o nos acercamos a la saturación? En esta entrevista, ambos arquitectos e interioristas, explican por qué, cuando se usan con criterio, las molduras no son un adorno pasajero, sino una firma de estilo que transforma cualquier espacio.

Las molduras como lenguaje decorativo, según los arquitectos e interioristas, Sergio Peñalba y Eugenia Tapia Molduras proyecto Estudio Ramírez de Peñalba

Foto: Foto: Germán Saiz | Proyecto: Estudio Ramírez de Peñalba

Isla de la cocina con taburetes de fibras naturales

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¿Creéis que las molduras han llegado para quedarse o están saturando los espacios?

¿Dejar una pared lisa sin personalidad?…no es nuestro estilo. El relieve como concepto tanto en paredes y techos que aporta una moldura o un baquetón es algo distintivo que define un espacio desde hace años. En Ramírez de Peñalba apostamos por ello en este 2026. Eso sí, en su justa medida.

¿Cuáles son los errores más graves que habéis visto en viviendas donde se colocan molduras sin criterio?

Uno de los errores principales que hemos visto es el mezclar diferentes geometrías con diferentes colores y texturas sin guardar un hilo conductor en todo el proyecto. Digamos que el tamaño del espacio y la altura de techos marcan un estilo y cantidad de moldurado, si esto se rompe, el resultado puede convertirse en un espacio cargado y no elegante.

Molduras proyecto Estudio Ramírez de Peñalba

Foto: Foto: Germán Saiz | Proyecto: Estudio Ramírez de Peñalba

¿En qué estancias funcionan mejor y en cuáles diríais «ni se te ocurra ponerlas»?

Nos preguntas por un elemento que nos encanta y define el alma del estudio. Yo diría que con acierto en el diseño del espacio, son aptas para todas las estancias.

¿Sois partidarios de pintarlas en el mismo color que la pared o de destacarlas?

Siguiendo la línea o el concepto de estilo clásico «renovado» a día de hoy, preferimos integrarlas en el propio color de la pared y dejar así que el resto de piezas con que componemos el interiorismo como cuadros, mobiliario antiguo o esculturas, predominen frente a estas.

Molduras proyecto Estudio Ramírez de Peñalba

Foto: Foto: Germán Saiz | Proyecto: Estudio Ramírez de Peñalba

¿Qué tipo de moldura consideráis más elegante para un espacio contemporáneo?

Depende mucho del volumen del espacio, sobre todo de la altura del mismo. El baquetón de 4 centímetros o la cornisa de castillete son dos diseños que suelen dar un buen resultado.

¿Hay algún proyecto vuestro donde las molduras hayan cambiado radicalmente la percepción del espacio?

Sin duda, en – Proyecto Alcalá – fueron determinantes desde el principio del diseño. Buscábamos dar elegancia a un espacio pequeño, pero con altos techos y con ellas conseguimos ese ambiente acogedor que perseguía nuestro cliente.