El Ministerio de Finanzas francés ha vuelto a permitir este viernes al minorista chino en línea Shein reanudar sus operaciones en Francia tras demostrar que había retirado todos los productos ilícitos de sus plataformas.

Shein «seguirá bajo estrecha vigilancia por parte de los servicios … del Estado», según ha informado el Ministerio en un comunicado. «Las autoridades seguirán de cerca la evolución de la plataforma, en particular el mantenimiento de todas las medidas cautelares. Tomaremos todas las medidas necesarias para impedir la comercialización de cualquier producto ilícito».

El texto también es claro respecto a que se mantienen las medidas penales contra la compañía asiática. A saber: una demanda ante el Tribunal Judicial de París, cuatro investigaciones por parte de la Fiscalía de Menores, la solicitud de una investigación a la Comisión Europea, «el control de los productos incautados en aduanas» y «todos los casos de fraude que darán lugar a sanciones».

«Los servicios del Estado han constatado la venta de productos ilícitos en otras plataformas. El Gobierno iniciará en los próximos días nuevos procedimientos contra ellas», advierte además el Ministerio.

Un escándalo nacional

El pasado miércoles, la Administración francesa inició un procedimiento de suspensión urgente contra el gigante de comercio al calor de la indignación nacional que se levantó al conocerse la oferta de muñecas sexuales con aspecto infantil que se vendían en la plataforma. La web de Shein en el país ha estado caída hasta hoy mismo, a partir de que el Estado galo ha podido corroborar la eliminación de este tipo de productos.

El jueves agentes de la Gendarmería francesa revisaron a mano los más de 200.000 paquetes que llegaron al Aeropuerto de París-Charles de Gaulle provenientes de la compañía intervenida. Una medida que, han asegurado las autoridades, se mantiene por el momento.

Las estrictas medidas que ahora enfrenta Sehin responden no solo a la indignación levantada por las muñecas sexuales. El Ministerio de Economía habla en su denuncia de productos ilegales como «objetos de carácter pedopornográfico, armas blancas, medicamentos».

«Se trata de una victoria fundamental para la protección de los consumidores y el orden público», reza la comunicación.