El proyecto Gama, que pretende impulsar Greenfiber en Palas de Rei para fabricar fibra textil de lyocell a partir de celulosa soluble, ha recibido un balón de oxígeno. La sociedad participada por Altri y Smarttia informó este viernes de que Cinea, la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente, ha otorgado el sello STEP a la iniciativa para levantar la fábrica en 366 hectáreas de terreno en este municipio del sur de Lugo.

Esta etiqueta de calidad, otorgada por la Comisión Europea, permitirá a la compañía el acceso a nuevas «oportunidades de financiación» dentro del marco de programas incluidos en el Pacto Industrial Limpio.

Esta buena noticia para la multinacional lusa llega apenas mes y medio después de que el Gobierno central dejase este proyecto fuera de la planificación eléctrica para el próximo lustro, lo que supuso un duro varapalo para el plan industrial de Greenfiber, ya que en la práctica implica dejarlo sin posibilidad de acceder a la red energética.

Para muchos, aquella decisión del Ejecutivo central suponía el jaque mate definitivo a un proyecto que la Xunta siempre defendió como «estratégico» y que, al mismo tiempo, continúa generando un visible rechazo social.

De hecho, aunque la compañía anunció entonces que recurriría la decisión del Gobierno, lo cierto es que las opciones de que prosperase ese recurso parecían muy remotas, a la vista de las explicaciones del Ministerio de Industria, que esgrimía que su decisión se basaba en razones «puramente técnicas».

El nuevo escenario en el que se sitúa ahora el proyecto

Ahora, la Unión Europea parece contradecir —al menos en parte— esos argumentos y también los que llevaron al Ejecutivo central a dejar el proyecto fuera de las ayudas del Perte de descarbonización. Así, en medio de este maremagnum de idas y venidas —apoyos, oposiciones y razones donde lo político y lo técnico se entremezclan— es Bruselas la que, con esta etiqueta de calidad, subraya —según interpreta la empresa— que el proyecto Gama de Altri no solo es estratégico «para mejorar la competitividad industrial de la UE», sino que además es viable medioambientalmente.

Además, este sello de calidad permite el acceso del proyecto Gama a medidas de ayuda estatal previstas en el Pacto Industrial Limpio. Un certificado que ha conseguido tras haberse presentado al programa de financiación Innovation Fund.

Ahora bien, que el proyecto haya logrado el sello STEP no significa que vaya a recibir financiación directa de este programa concreto. De hecho, la propia Cinea comunica que, «pese a sus méritos, el proyecto Gama no puede ser financiado debido a los recursos presupuestarios disponibles para esta convocatoria».

Eso sí, el organismo europeo deja claro que esta falta de aportación no tiene relación alguna con incumplimientos ambientales. «Todo lo contrario», subraya la multinacional lusa, que recuerda que en ese mismo escrito se especifica que el proyecto Gama ha sido considerado de alta calidad e impacto, y que podrá ser remitido al Banco Europeo de Inversiones (BEI), si así lo desea la compañía.

Un proyecto para el que se abren nuevas vías de financiación

Greenfiber entiende así que el sello STEP «posiciona al proyecto como prioritario dentro de los instrumentos financieros y programas europeos existentes», dentro de las políticas vinculadas a la competitividad y a la transición verde y digital

En cualquier caso, el propio informe de evaluación acredita que el proyecto ha sido valorado positivamente en todos los parámetros examinados: grado de innovación, potencial de reducción de emisiones, madurez técnica y contribución al liderazgo industrial europeo.

La documentación presentada, según recoge esa evaluación, presenta una innovación «sólida, creíble y bien fundamentada». Además, considera creíbles los factores de emisión planteados y subraya que la fibra de lyocell propuesta reemplazaría, según sus cálculos, un 77,5% de fibras sintéticas y un 22,5% de algodón, al tiempo que muestra un fuerte potencial de eficiencia y una baja huella ambiental.

En definitiva, según interpreta la multinacional lusa, esta evaluación europea concluye que Gama cumple con los estándares de excelencia exigidos por Bruselas, contribuye de manera significativa a los objetivos climáticos y tecnológicos de la UE y mantiene abiertas vías de apoyo financiero a través del BEI y del propio sello STEP.

Jose Pina, satisfecho

El Ceo de Altri, José Pina, ha mostrado su satisfacción tanto por la obtención del sello como por la puntuación obtenida. «Hemos sacado un notable en el examen europeo, lo que viene a refrendar lo que hemos dicho siempre: que Gama es un proyecto serio, riguroso, sostenible e innovador, diseñado para dar respuesta a la necesidad del sector textil de contar con fibras respetuosas con el medio ambiente y 100% biodegradables, en línea con los requerimientos de la Unión Europea”.

El proyecto cuenta con oposición en Galicia, donde ha habido varias protestas multitudinarias para mostrar su rechazo al entender que se trataría de una industria contaminante.

Cronología del proyecto Gama 

El proyecto Gama, impulsado por Altri, se gestó entre continuos vaivenes en apenas cuatro años. Estos son algunos de los momentos más destacados:

2021: Altri se adjudica un concurso internacional organizado por la Xunta para la gestión sostenible de los bosques gallegos.

Abril 2022: Tras analizar 46 posibles emplazamientos en Galicia, la compañía desvela que Palas de Rei es la «localización ideal».

Junio 2022: La Xunta declara el proyecto como industrial estratégico.

Abril 2024: La empresa presenta el diseño de la fábrica y afirma que sus criterios medioambientales superan los de la UE. El BNG deja de apoyar el proyecto y el PSdeG expresa dudas.

Mayo/junio 2024: Dos grandes manifestaciones en contra del proyecto —más de 30.000 personas en Palas de Rei y 100.000 en Santiago— reflejan parte del rechazo social al mismo.

Marzo / abril 2025: La Xunta otorga la declaración de impacto ambiental favorable al proyecto y el Gobierno lo deja fuera de las ayudas del Perte a la descarbonización.

Septiembre 2025: El Gobierno central no aprueba la subestación eléctrica que Altri solicitaba para el proyecto, lo que lo haría inviable.

Noviembre 2025: La UE otorga al proyecto el sello STEP, por su eficiencia y baja huella ambiental.