El director favorito de muchos aficionados al cine de todo el mundo, sin desdeñar en modo alguno su desempeño y su extraordinaria carrera como actor (a pesar de que Sergio Leone dijera de Clint Eastwood que solo tiene dos expresiones: una con sombrero y otra sin sombrero) tiene, como todos, sus actores favoritos. Especialmente uno, como refleja el libro Clint Eastwood: Entrevistas en una conversación del cineasta con Patrick McGilligan. Es ahí donde Eastwood mostró su debilidad por James Cagney.

«No se parece en nada a mí. Cuando empecé como actor, todas las secretarias me llamaban Coop porque pensaban que me parecía a Gary Cooper, hace ya bastantes años», explicó Clint Eastwood, que no por ello dejó de admirar a Cooper –bien al contrario– pero que decidió fijarse en otro actor muy diferente tanto en el físico como en su forma de actuar. «Siempre me gustó el estilo y la energía de Cagney. Era intrépido. La mayoría de esos tipos lo eran», reconoció en su entrevista con Patrick McGilligan.

James Cagney ganó el Oscar al mejor actor en 1943 por Yanqui Dandy y fue nominado en otras dos ocasiones en la misma categoría: en 1939 por Ángeles con caras sucias, que protagonizó junto a Humphrey Bogart y Pat O’Brien, y en 1956 por Quiéreme o déjame, con Doris Day. Son solo tres películas de James Cagney dentro de una lista que incluye también títulos como Al rojo vivo, Uno, dos, tres, El hombre de las mil caras, Escala en Hawái o La ley de la horca.

En otras entrevistas, Clint Eastwood fue ampliando su lista de actores favoritos, siempre sin dejar de lado a James Cagney, y ha citado también en ocasiones a Humphrey Bogart, Robert Mitchum y Gary Cooper, el mismo con el que le comparaban aquellas secretarias al inicio de su carrera, como otros intérpretes por los que siente debilidad.