Sábado, 8 de noviembre 2025, 11:25
| Actualizado 13:13h.
La escultura Marea Roja, patrimonio histórico de Langreo, se ha roto ante la falta de mantenimiento. Se ha partido en dos, lo que podría ser irreparable. Fue inaugurada en 1988 y representa la esclavitud de casi un centenar de trabajadores que, por defender una ideología política distinta a la que venció en la guerra civil, fueron represaliados. Fueron recluidos en un campo de concentración junto al pozo Fondón, en el distrito langreano de Sama. Para muchos representa la memoria de la Colonia del Fondón. Durante casi una década fueron obligados a trabajar como mano de obra barata y con una vida de penurias. Vivian en barracones, custodiados por guardias y salían sólo para bajar a la mina. Lo hacían por un salario de entre 7 y 9 pesetas. Además de este precario salario, les descontaban los gastos de ropa y comida, por lo que les quedaban en torno a 0,60 céntimos. Hoy, la escultura que les recuerda, ha amanecido en el suelo. La gran escultura, realizada en acero lacado de cinco metros, ha cedido y la rodean botellas de cerveza y plásticos que evidencian la falta de mantenimiento.
Los langreanos llevan años reclamando su conservación. La última intervención se realizó en 2007. En 2011, muchos no entendieron como en vez de adecentar su entorno se ubicó en el mismo lugar el primer parque canino de Langreo. Desde 2022 su deterioro ha sido imparable. Ante las numerosas quejas recibidas en enero de 2022 se colocaron en la escultura, que ya comenzaba a ceder, cuatro puntales de obra. El peligro de derrumbe, como ha sucedido ahora, era tan evidente que las labores de siega a su alrededor dejaron de hacerse, explican los vecinos. Además, se colocaron unas vallas alrededor para que nadie se acercase. «Inexplicablemente», apuntan los vecinos el 21 de diciembre de 2008, a escasos metros, se inauguró un monolito para recordar «lo mismo, y cada año le ponen flores». Es más, apostilla un langreano que «en 2024 les parecía que la placa estaba vieja y la cambiaron, eso sí, sin mirar de frente donde esta Marea Roja».
En julio de este año el grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Langreo criticaba la dejadez vergonzosa del gobierno municipal en la gestión de los espacios públicos, como en el mal llamado parque canino a la entrada de Sama y en la escultura Marea Roja, «completamente oxidada, deteriorada y vallada por riesgo para la seguridad, sin que nadie haga nada al respecto», explicaba la concejala Ainara García.
Este ha sido el segundo monumento dedicado a los trabajadores que ha tenido un triste final en Langreo. El primero estaba dedicado a los caídos en el accidente de trabajo, fue una obra de Amadeo Gabino, de 1957. De grandes proporciones se ubicaba en el parque Dorado también en el distrito langreano de Sama. Se desmontó en 1991 y sólo se conserva la figura del picador y dos placas con relieves instaladas a los pies del refrigerador que alberga el Musi en Valnalón. La Asociacón Musi-Pedro Duro lleva años reclamando su recuperación.
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