«No he sido el marido perfecto. Pero en los últimos años he visto cómo mi matrimonio se ha ido apagando, hasta el punto que parecíamos compañeros de piso… o incluso mi madre antes que mi mujer». Son algunas de las declaraciones que ha deslizado Kiko Rivera (41 años) ante las cámaras.
Este viernes, 7 de noviembre, el hijo de Isabel Pantoja (69) ha roto su silencio. Y ha hablado, a corazón abierto, del final de su matrimonio con Irene Rosales (34). Tras 11 años de relación, el desgaste entre ellos era total.
La falta de pasión, la rutina y algunas crisis del pasado que no llegaron a sanarse del todo tuvieron mucho que ver en que ambos decidieran poner fin a su relación tras 9 años casados y dos hijas en común. Así lo ha explicado el DJ en su entrevista en ¡De viernes!.


Kiko Rivera, en su entrevista al programa ‘De viernes’, en Telecinco.
Mediaset
«No siento nada por ella»
En su charla con Santi Acosta (59 ), el sevillano ha recordado, con todo lujo de detalles, cómo vivió la recta final de su vida en común con Irene.
Durante mucho tiempo, la chispa había desaparecido. Pero decidieron tirar para adelante. Y hacer la vista gorda a una incómoda realidad que estaba latente en su vida íntima.
«Ninguno de los dos lo decíamos. No sé si era consciente o si se daba cuenta o no. Pero yo empecé a darme cuenta. Pero al final cuando uno lleva tantos años se convierte en una costumbre, piensas en las pequeñas y no te atreves a tomar una decisión«, ha narrado.
Rotundo, Kiko Rivera no ha tenido reparos en abordar abiertamente una cuestión tan delicada como la falta de deseo en la pareja: «Ya se puede decir. Me doy cuenta de que no siento nada (por ella) como mujer».
«Siento afecto, cariño. Siento que es una persona que quiero tener en mi vida, porque es buena persona», ha matizado, dejando claro que el amor siempre existió. Pero en un sentido más bien fraternal. «Pero esas cosas que siente alguien, ese deseo, esas ganas de estar con la otra persona ya no estaban. ¿Entonces?», ha planteado.

«Se convierte en monotonía»
En su intervención en el programa de Telecinco, Kiko Rivera ha narrado cómo llegó un momento en que le tocó ser sincero consigo mismo: «Si no siento deseo por Irene. No tengo ganas de estar con ella. Es algo que ya se convierte en monotonía, incluso me atrevo a decir que llega a molestar la presencia de otra persona. ¿Qué carajo yo hago aquí?».
«Te mentiría si te dijera que ha sido fácil. No es fácil. Es una decisión complicada. El último verano que hemos pasado en Menorca y la relación ya estaba completamente rota. Yo intenté que no se notase porque están nuestros hijos y porque también estaba su hermana, que la considero como mi familia… Es muy complicado», añadía.
Tras aquellas vacaciones pareció quedar claro que había llegado el momento de tomar una decisión: «Después del verano tomo la decisión de sentarme a hablar con ella».
«Yo tuve la iniciativa. El primer paso lo di yo. Ella luego dio 15», ha contado. «No solo fui yo la que pensó que el matrimonio se estaba acabando».

Irene Rosales, en Sevilla, en una imagen de 2022.
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Sobre el novio de Irene: «Eso viene de antes»
Ahora está convencido de que hizo lo correcto :»Gracias a Dios que tomo la decisión, porque ahora me doy cuenta de las ganas inmensas que tengo de que mi mujer, perdón, mi exmujer, sea feliz».
Sobre la nueva relación de Irene Rosales con un joven llamado Guillermo solo tiene buenos deseos. Eso sí, ha dejado caer que el idilio quizás se cuajó estando aún casados: «En pocos meses ya estaba con otra persona, contenta, feliz. Eso te dice que eso viene de antes… que hay un contacto. Si no, es imposible».
A la actual pareja de Irene la conoció en su domicilio: «Él vino a poner el césped a nuestra casa. Un tío simpático. No hablé mucho con él».

Kiko Rivera e Irene Rosales, en una imagen de sus redes sociales.
Reconoce sus infidelidades
A día de hoy, siente que las cuentas con Irene Rosales están saldadas. Ha admitido que él le fue infiel. Y es algo de lo que no se siente «orgulloso». No se lo perdonará jamás. Pero ya pidió «disculpas reiteradas veces».
«Ella me perdonó, eso ha desgastado más el matrimonio», ha subrayado. «Ella está en su derecho de romper en ese mismo momento, y quizá debería haber sido lo correcto. Si se va acabando el matrimonio suceden cosas que no deben suceder».
Al hacer balance de su historia de amor, cree que fueron demasiado deprisa: «El hecho de que se viniese conmigo, nos casásemos tan rápido, tuviésemos una niña tan rápido… No nos dio tiempo a disfrutar de la pareja, y hay una parte de mí que se siente culpable porque yo sí he experimentado todas esas etapas».
«Han pasado muchos años, han pasado muchas cosas, muchas malas, muchas buenas, y entiendo que se ha saltado etapas«, ha asegurado el DJ.

Kiko Rivera e Irene Rosales, en una imagen de sus redes sociales.
«Nada que reprochar»
Durante años consideró a su mujer su tabla de salvación para mitigar sus problemas familiares con su madre y su hermana, Isa Pantoja (30), o sus adicciones.
«Durante mis años con ella pensaba que Irene tenía las llaves de la puerta que abría mi infierno. Mi psicólogo me hizo entender que la llave la tenía yo. Cuando entiendo eso, mi cabeza se vuelve loca, me enfado conmigo mismo y en vez de acercarme más y agradecer lo que me pudo ayudar, repele», ha expresado.
Kiko Rivera e Irene Rosales estuvieron juntos 11 años, de los cuales 9 fueron como matrimonio. Se conocieron en mayo de 2014 y celebraron su boda dos años después, el 7 de octubre de 2016, en la Hacienda de los Parrales, en Sevilla.
Anunciaron su separación el pasado mes de agosto de 2025, tras una relación que les dio dos hijas, Ana (9) y Carlota (7). Que ella esté enamorada de nuevo le parece perfecto: «Nada que reprochar».