Con solo cinco puntos conseguidos de los últimos 24 en juego, fruto de una victoria -Mallorca- y un par de empates -Elche y Girona-, el … Athletic necesita imponerse esta tarde al Oviedo para irse al parón con buen sabor de boca y cuadros de ansiedad bajo control. Todo lo que no sea ganar a los asturianos, últimos en la clasificación y sin vencer desde septiembre, constituiría una sorpresa mayúscula y un mayor dolor de cabeza para los rojiblancos, que batallan contra los malos resultados y las lesiones, un potro de tortura desde que echaron a andar allá por el mes de julio. Ernesto Valverde anunció ayer en Lezama que dará la convocatoria hoy mismo -«a ver cómo estamos»- y no descartó la presencia de Nico Williams, aquejado de una pubalgia, aunque se cuidó de asegurar el concurso del extremo. «Tenemos que valorar cómo está», acotó. El entrenador de los bilbaínos confirmó que volverá a contar con los jóvenes Selton Sued Sánchez y Asier Hierro, quienes se estrenaron como leones en Newcastle y repetirán a sus órdenes tras ausentarse de la dinámica del filial.
«No tenemos buenos resultados en la Liga», admitió con naturalidad Valverde, entero y de buen humor, quien recordó las últimas dos derrotas ante Getafe y Real Sociedad y subrayó la «necesidad» de imponerse a los ovetenses. «Es un partido muy importante, queremos que sea un punto de inflexión», dijo sobre un choque que debe devolver a los rojiblancos a la senda de la victoria. Solo llevan una en el campeonato de la regularidad en casi dos meses, demasiado poco para armonizar los objetivos nobles en una competición calificada de fundamental por Txingurri. «Se trata de cambiar la dinámica negativa. Hay que ir a por ello. No queremos seguir en esta racha de resultados negativos». Para ello quiere aguantar y ver si puede recuperar a gente como Nico Williams, Guruzeta, Yuri y Sancet, entre otros, piezas que soportan la gran parte del peso del equipo. Ninguno jugó en Newcastle, pero se espera la vuelta de al menos un par de ellos.
Preguntado qué le preocupa más, el fútbol del Athletic o los marcadores adversos, Valverde recordó que los «resultados siempre son la consecuencia del juego. Hacemos bastantes cosas bien como para poder mantener… No creo que estemos completando partidos en los que nos desnaturalicemos mucho. En este sentido -subrayó-, somos un equipo reconocible. Quizás el encuentro ante el Getafe fue en el que el contrario estuvo más por encima de nosotros, pero de lo que se trata es de llevar el balón a situaciones de peligro y luego terminar bien», comentó en clara referencia a la escasez de goles que penaliza a los rojiblancos. «Queremos ser certeros. Si tenemos tres, meter las tres», exigió Txingurri. De ahí que trasladara su intención de «dominar los partidos e intentar prevalecer en el juego». La mejor manera de llegar y hacer daño al rival, en este caso al Oviedo, el colista que se viene abajo con el primer zarandeo.
Equilibrio liguero y europeo
El Oviedo, un recién ascendido que despidió al hombre que les subió a Primera -Paunovic- hace un mes y sentó en el banquillo a Luis Carrión, regresa a San Mamés en la Liga un cuarto de siglo después. Viene de ser eliminado en la Copa contra el Ourense, de Primera Federación, mientras que sus últimos dos compromisos ligueros los ha solventado con sendos empates ante Osasuna y Girona. «Llevan un par de partidos sin perder. Intentan llevar el peso del juego, no están recogidos atrás», manifestó sobre los asturianos Valverde, quien puso la lupa en los futbolistas como «Rondón, Viñas y Chaira. Debemos estar atentos», advirtió.
Debido a las numerosas bajas y la falta de recursos en ataque, Txingurri fue preguntado por la ubicación idónea de Unai Gómez, quien salió en el St. James’ Park como nueve. El técnico rojiblanco precisó que donde mejor ve al bermeano es «por dentro y también como delantero. Tiene gol, tiro, remata de cabeza y es rapidísimo. Nos puede ayudar», dijo en alusión a los posibles retoques ofensivos de cara a un compromiso de obligada resolución positiva. De todos modos, hay que esperar para saber si recupera a gente como Guruzeta y Nico, porque Iñaki Williams y Maroan son bajas seguras, al igual que Lekue, Yeray y los lesionados de larga duración como Prados y Egiluz.
Valverde no ha dejado de insistir en que la Liga es un asunto nuclear para el Athletic y que Europa, en este caso la Champions, es un torneo paralelo que hay que pelear pero sin desviar la mirada del torneo de la regularidad. Preguntado por cómo se logra este equilibrio -priorizar el campeonato nacional con el objetivo de entrar en Europa y luego atender las obligaciones continentales por detrás de las domésticas-, Txingurri intentó explicarlo en términos de compatibilidad e influencia mutua. «Es un reconocimiento de la competición, sin más. El año pasado íbamos progresando en la Europa League y también en la Liga. Los impulsos que tienes en una competición te ayudan en la otra. Se trata de ir buscando equilibrio en los resultados. Pero no nos vamos a engañar: la regularidad liguera te dice dónde estás. Lo otro lo puedes competir, pero sabes que son competiciones que dependen de una chispa».
En este punto se acordó de la expulsión de Vivián ante el Manchester United que dejó al Athletic tocado y luego hundido, castigado con un 0-3 en el último cuarto de hora en San Mamés. «Nos quedamos con diez y eliminados. El año pasado, la propia dinámica de la Europa League nos ayudó en la Liga y ahora nos pasa al revés, entre otras cosas porque los rivales son más fuertes». De lo que se trata es de superar al Oviedo y encarar el parón con tranquilidad, con una victoria que refuerce al equipo en la clasificación y también en el aspecto anímico.

