Antonio De la Torre, actor conocido por sus trabajos en películas como La trinchera infinita o Que Dios nos perdone, y ganador de un premio Goya a la mejor interpretación masculina protagonista (2015), ha sido contundente a la hora de relatar cómo es llevarse el papel a casa. En una entrevista para el diario El Confidencial, el actor ha rememorado la muerte del expresidente uruguayo, Pepe Mujica, y cómo le afectó profundamente después de interpretarlo.

De la Torre protagonizó a Mujica en 2018, cuando el expresidente vivía, en el filme La noche de los 12 años. Esta está basada en el encierro que sufrió durante la dictadura militar uruguaya que marcó un antes y un después en su carrera política. Desde su estreno, la película ha ganado notoriedad como una de las producciones más intensas del cine latinoamericano reciente.

«Cuando haces un papel y has engordado para el papel, evidentemente te lo llevas para casa», relata el intérprete en su conversación con el periódico. «Ósea, la transformación física te la llevas para casa», incide.

De este modo, comienza a contar su conexión con Pepe Mujica y cómo le afecto la muerte. «Te voy a contar una anécdota curiosa que me pasó hace como un año o una cosa así», continúa. «Murió una persona que es una pena. Ese sí que tendría que entrar en el búnker. Se llamaba Pepe Mujica. Yo le interpreté en una película, «fui a Uruguay, lo conocí…». El caso es que cuando murió de repente me sorprendí a mí mismo llorando como si se me hubiera muerto, yo qué sé, un padre o un familiar cercano«, confiesa.

«Entonces ahí, me di cuenta y dije: ‘Hostia, me he llevado el personaje a casa», asegura. Además, reitera en que «le sentí como algo muy cercano», «y no lo supe hasta el día que se murió».

José Pepe Mujica murió a los 89 años el pasado mes de mayo en su Uruguay natal, tras una larga batalla contra el cáncer de esófago que padecía. Mujica, que presidió el país entre 2010 y 2015, fue mucho más que un líder nacional. Convertido en un símbolo de la izquierda latinoamericana y mundial, mostró que es posible otro modo de gobernar y vivir