El Real Madrid está de dulce. Tras destrozar al Barcelona en la Euroliga, cerró su gran semana con una valiosa victoria en el siempre complicado feudo del Joventut (75-80). Los catalanes, conducidos por la inagotable magia de Ricky Rubio y los … puntos de Tomic, firmaron un duelo de mucho mérito pero, en el momento culmen, no pudieron rematar la faena. Las canastas de Len, la dirección de Maledon y la defensa coral fueron una combinación irreductible, esa que permitió a los chicos de Scariolo mantenerse en lo más alto de la clasificación.
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Joventut
Ricky Rubio (18), Hunt (10), Kraag (2), Ruzic (3), Birgander (9); Tomic (16), Vives (6), Dekker (4), Hanga (4), Hakanson (3), Drell (0). -
Real Madrid
Campazzo (9), Abalde (2), Kramer (8), Lyles (8), Tavares (4); Len (12), Maledon (11), Garuba (2), Llull (5), Deck (7), Feliz (10), Procida (2). -
Árbitros e incidencias
Jordi Aliaga, Alfonso Olivares e Igor Esteve. Descalificaron a Ricky Rubio (Joventut) y a Feliz (Real Madrid) por acumular cinco faltas personales.
Conscientes del tremendo potencial de su oponente, tanto Joventut como Madrid aterrizaron en el duelo escoltados por unas potentes defensas. Tan sólidos eran los candados que el 0-0 se mantuvo hasta ya pasados los tres minutos, momento en el que Kramer, flojo el alemán en sus primeros meses de blanco, rompió la igualdad con cinco puntos consecutivos. Los locales, pese a la ráfaga, no recularon y bajo la dirección de Ricky Rubio y las canastas de Tomic, firmaron la primera ventaja considerable de la tarde. Pese a todo, cuando amagaban con despegar, el acierto de los blancos desde el triple permitió apretar el electrónico antes del final del primer cuarto (17-16).
Presionaban los chicos de Scariolo para imponerse. Maledon lucía como nunca, Deck guerreaba como siempre e incluso el recién llegado, Len, pudo sorprender a las gradas tras un brutal tapón a Hunt seguido de un poderoso mate en el aro opuesto. Tras los fogonazos del ucraniano, la fluidez invadió a los blancos, que mandaban por seis tras una genial bandeja de Campazzo. Buenas sensaciones diluidas por Tomic, incombustible el croata, incluso a la hora de imponerse a Tavares en el poste hasta la llegada del descanso (35-37).
Tras el paso por los vestuarios, Rubio se convirtió en tifón, buscaba el aro como un poseso y, a su vera, el Joventut volvió a la carga. El Madrid, aunque no podía contar con la mejor versión de Lyles, sí mostraba mucha frialdad en sus movimientos, intentaba calmar las emociones pese a la intensidad de la afición local, arengada por sus ídolos en cada jugada. Despacito y con buena letra, los visitantes controlaban todos los aspectos del juego. Incluso sobrevivieron al acierto de Vives desde el triple para llegar al último acto con ganas de sentenciar el duelo (55-63).
Len, gracias a las entregas de Maledon, no dejaba de machacar el aro del Joventut que, a pesar de las dificultades, se mantenía en pie contra viento y marea. Los bailes de Tomic y seis puntos consecutivos de Rubio redujeron la diferencia a solo un punto. El base catalán, sin embargo, falló el tiro decisivo y el Madrid sumó una nueva muesca en liga.