Lunes, 10 de noviembre 2025, 01:00
El virus del sarampión es altamente contagioso. Se transmite por el aire y le basta cierta proximidad para infectar al 90% de las personas no vacunadas. La cabina de un avión es el espacio ideal para que el virus encuentre nuevos huéspedes.
Justo ese espacio es el origen del brote de sarampión notificado el 20 de octubre en La Palma y que trae de cabeza a los técnicos de Salud Pública, que ya han investigado a 300 personas susceptibles de haberse expuesto.
Entre ellas, las 120 que viajaban en un vuelo procedente de Málaga. «Pensamos que el vínculo que inició el brote se dio en un avión que hizo el trayecto Málaga-Tenerife», explica el jefe del Servicio de Epidemiología, Álvaro Torres. En el vuelo, relata, coincidieron dos bebés infectados: uno volvía de unos días de vacaciones en Almería y otro regresaba de Málaga. Luego, sus caminos se separaron: un menor terminó su viaje en La Palma y el otro, en Tenerife. Concluido el viaje, los escenarios de los contagios cambiaron: salas de espera de centros sanitarios o espacios domésticos en los que pudieron contagiar a familiares.
De momento, se han confirmado 14 contagios: once en La Palma y tres en Tenerife.
Más de 300 entrevistas
Por fortuna, el brote canario es mucho menos abultado que los que están surgiendo en ciertos puntos de la península, sobre todo en Andalucía, pero, aun así, el sarampión está dando mucho trabajo a Salud Pública, que ha entrevistado a alrededor de 300 personas. «No llevamos la cuenta exacta de los contactos entrevistados, pero solo en el avión investigamos a 120 personas», explica Torres, que precisa que, tras entrevistar a los pasajeros, identificaron a dos adultos contagiados.
Además de contactar y estudiar a los familiares y contactos estrechos de los casos confirmados, se realizaron entrevistas y análisis a las personas que acudieron a los centros sanitarios y que pudieron coincidir con los menores contagiados.
El objetivo: atajar la expansión del virus en las personas susceptibles de contagiarse. «Lo importante es que está habiendo un goteo de casos pequeño y que las personas afectadas están bien, porque los adultos -con más riesgo de sufrir la forma grave del sarampión- o estaban vacunados o ya habían pasado la enfermedad, afortunadamente», sostiene Torres que insiste en la conveniencia de asegurar la segunda dosis de la vacuna a los 3 años de edad, una administración que se suele olvidar.
Blindaje vacunal, una garantía para que el brote no prospere
El alto nivel de vacunación de la población canaria ha impedido que el brote crezca, según indica el jefe de Epidemiología del Servicio Canario de la Salud, Álvaro Torres. De hecho, en 2024 Canarias solo registró siete casos de sarampión, la mayoría de ellos importados. De estos, cuatro estaban vinculados y constituyeron el primer brote detectado desde 2017. El mayor foco de esta enfermedad en Canarias durante este siglo se registró hace una década, con unos 100 casos en Tenerife, según los datos de la Consejería de Sanidad. Otros brotes importantes se registraron en Gran Canaria, en 2012, con 14 casos, y en Tenerife, en 2011, con 46 afectados.
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