02/08/2025


Actualizado a las 23:37h.

El Puerto de Santa María se vestía de gala para una corrida marcada por la presencia de Roca Rey – infiltrado – después de su percance en la tarde de ayer en Huelva. Un festejo en el que Manzanares y el peruano abrieron la puerta grande, pero en la que el toreo lo puso Pablo Aguado con dos faenas torerísimas e importantes malogradas con la espada. Manzanares paseó una oreja de su buen primero y mostró tesón para cortar su segundo apéndice ante el cuarto. Por su parte, Roca, pese a su merma física, plasmó en el ruedo gaditano su toreo más explosivo y entregado en dos labores marcadas por unos arrimones que pusieron en pie al respetable, con las cuales cortó una oreja a cada oponente y justificó su estatus de máxima figura del toreo.