Verifactu es el sistema que la Agencia Tributaria ha puesto en marcha para combatir el fraude fiscal, que requiere principalmente que los programas de facturación de autónomos y empresarios envíen la información de sus facturas a Hacienda de manera automática. Su principal objetivo, según apunta el Ministerio de Hacienda, es que la facturación sea más segura, inalterable y trazable, asignando a cada factura un código QR para su verificación. Sin embargo, ¿opinan lo mismo los autónomos y pequeños empresarios que tendrán que implementar este sistema en su día a día laboral?

Verifactu genera opiniones divididas entre los contribuyentes de la provincia de Pontevedra. Algunos respaldan la mejora de la transparencia que supone el cambio de sistema de facturación, ya que, opinan, ofrecerá a los clientes seguridad de que la factura ha sido enviada correctamente, e incluso defienden que se reducirá la carga administrativa, ya que la notificación a Hacienda de las facturas será instantánea. Así, sostienen que se simplificará el proceso de facturación al integrarse directamente con la Administración Tributaria. De hecho, consideran que habrá incluso menos riesgo de sanciones, ya que creen que Verifactu reducirá la probabilidad de cometer errores, lo que disminuirá, en cierto modo, la posibilidad de sanciones e inspecciones.

Otros ,sin embargo, apuntan al «control excesivo» que supondrá la entrada en vigor de este sistema, que ocasionará que los autónomos y pequeños empresarios tengan un menor margen de maniobra a la hora de cometer errores. 

Algunos hablan incluso de intrusión en la privacidad, ya que el Estado tendrá acceso inmediato a toda la información de facturación y en muchos casos esto supondrá conocer incluso la ubicación de los clientes de los autónomos y empresas que tramitan las facturas.

Asimismo, estos detractores del nuevo sistema de financiación dudan de su seguridad, aludiendo a que puede ser hackeado en cualquier momento, lo que supondría una grave brecha de seguridad en un sistema que registra datos de autónomos, empresas y clientes.

En lo que sí coinciden todos es en el sobrecosto que supone la implantación de este sistema. Y es que, sobre todo los autónomos y pequeños empresarios, tendrán que hacer frente a un gasto elevado para adaptar sus métodos de facturación a Verifactu, ya que necesitarán que su sistema esté conectado a internet en todo momento y comunicado con Hacienda. Y este gasto, dependiendo de los sistemas anteriores de estos autónomos y empresarios, puede rondar los cien euros o incluso elevarse a los 2.000 euros o incluso más, según explicaron algunos de los perjudicados de la provincia de Pontevedra.

¿Desde cuándo será obligatorio este sistema de facturación?

Verifactu será obligatorio en diferentes momentos dependiendo del contribuyente. Así, para las empresas y sociedades la obligatoriedad de este tipo de sistema de facturación entrará en vigor el 1 de enero de 2026; para los autónomos y profesionales, el 1 de julio del próximo año; y para los fabricantes de software  la adaptación de sus programas a la nueva normativa ya es obligatoria desde el pasado 29 de julio.

«Eu creo que dará menos traballo pero non ten máis ventaxas»

La adaptación de su sistema de facturación le ha supuesto nada menos que un desembolso inicial de unos 2.000 euros. Una cantidad, asegura, similar a la que autónomos y empresarios conocidos de este cuntiense han tenido que pagar por adquirir un programa exigido por el Ministerio de Hacienda. Fran Fontenla es propietario de una mediana empresa dedicada a la venta de ropa laboral y de todo tipo de artículos personalizados en el concello de Cuntis, y explica que ha tenido que contratar a una persona para «que me levara ese tema», dado su desconocimiento para adaptar su sistema de facturación a Verifactu. «Eu tiven un sobrecoste para actualizalo que ronda os 2.000 euros», explica este cuntiense, un gasto desproporcionado que se explica por su sistema de facturación anterior, con una versión antigua. «Uns 800 euros son de adaptar o programa e o resto de actualizalo», apunta, «pero así e todo…», considera que es una cantidad muy elevada. Y no es el único, pues «eu de todos os que estou vendo, o gasto é sobre os 700 euros».

Fran Fontenla cuenta que lleva invertido en su propio programa, adaptándolo a sus necesidades, unos años, por lo que no le ha quedado más remedio que pagar esa cantidad para continuar con el mismo.

Con todo, opina que cuando comience a utilizar este nuevo sistema «para min será menos traballo». Y es que hasta ahora, las facturas las imprimían en el establecimiento y cada tres meses se las entregaban a la asesoría, «e eles eran quenes facían a contabilidade». A partir de 2026 «non terei que andar a imprimir, con darlle a enviar xa estaría». «Eu creo que dará menos traballo pero non ten máis ventaxas», sentencia. Y es que si comete un error tendrá que hacer una «factura rectificativa».

«Al final se traduce en controlar cada paso que da la gente»

«Es un control puro y duro para todos». Así se expresa la propietaria de Hair Colours Peluquería de Poio, Ana Isabel Moldes, ya que, opina, «mayor complicación no me causa». «Al final  se traduce en controlar cada paso que da la gente, porque no solo es control de los establecimientos, es control también para el cliente».

IMG-20251106-WA0007
Ana Isabel Moldes. DP

En su caso, anteriormente contaba con un programa informático moderno, por lo que solo bastó con implantar «esa modalidad», y por ello «me han subido los gastos».  Y es que «subieron los costes de mantenimiento» para conectarlo con Hacienda, que en su negocio se traduce a unos 90 euros más de gasto al año.

En cuanto al funcionamiento del programa, no lo considera complicado, ya que al introducir la factura automáticamente se enviaría a la Agencia Tributaria. Eso sí, a su parecer ocasionaría una brecha en la seguridad. Y es que, «tú cuando cobras metes los datos del cliente», y «lo de hackear a las administraciones parece sencillo, por lo que cualquiera sabrá donde está Pepe Torres a las doce de la mañana un lunes, si está pagando la peluquería. El control está ahí. Se saben todos los pasos que da una persona en un día», dice.

«Creo que va a ser más locura para Hacienda que para nosotros»

Propietaria del grupo hostelero Sala Gradín de A Estrada, Adriana Abelleiro considera que en su caso no cambiará mucho su sistema de facturación, ya que en un 90% trabaja con la Administración pública. Esta estradense confiesa no tener un conocimiento exhaustivo de su funcionamiento, aunque sí cree que «va a ser más locura para Hacienda que para nosotros».
Ahora mismo las facturas que emite van destinadas directamente a la Xunta de Galicia, pues su negocio de cátering reparte los menús de varios colegios dependientes de la Administración autonómica, por lo que «tendrán que dar un giro» hacia el Ministerio de Hacienda.

IMG-20251106-WA0027
Adriana Abelleiro. DP

Adriana considera que será fácil el uso del sistema diariamente, pues «simplemente habrá que subirlas al programa», que estará conectado con el Estado. Por ello, «no me preocupa». Además, trabaja con una asesoría, que se encarga de elaborar las facturas, por lo que apenas notará el cambio.

Con todo, es consciente de que para las personas que no tienen la rutina de registrar las facturas todos los días le supondrá más trabajo, «porque no puedes olvidarte de subirlas. Yo las subo siempre pero hay gente que no», señala.

No entiende este cambio en el sistema de facturación de autónomos y empresas. «No sé qué pretenden con esto», asegura. Y es que la propietaria del grupo hostelero Sala Gradín no cree que haya un mayor control con este sistema, y además, apunta a un mayor gasto. Con todo, «la diferencia es poca», concluye.

«Había autónomos e sin selo que cobraban moito en B»

Rubén Figueiras, de A Estrada, que dirige el negocio Servicios Riobó, una empresa dedicada a servicios de agricultura, considera que «xa chegaba ben como estaba agora». Eso sí, «co novo sistema vai a haber menos defraude«, y eso posiblemente repercuta positivamente en las personas que declaran todo según la normativa. «Había moito autónomo e moito que sin selo cobraban moito en B», y esto, con esto sistema, «acabouse», considera Rubén Figueiras, por lo que favorecerá a las personas que sí declaran todo el trabajo que realizan.

image9
Rubén Figueiras. PATRI FIGUEIRAS

En su caso, el tema de la facturación se lo lleva una gestoría. «Para eles igual é menos traballo porque xa vai todo directo» a Hacienda, dice Rubén, pues «si metes unha factura xa vai directamente». Y es que, cuenta, a final de trimestre las gestorías están sobrecargadas de trabajo por el tema de facturación de los autónomos y pequeños empresarios. Con este sistema, apunta Rubén Figueiras, el trabajo no será tan concentrado, por lo que será más fácil de llevar.

Eso sí, habrá que estar pendientes de que toda la facturación del día ha sido remitida, y eso puede conllevar más que un quebradero de cabeza. Pero una vez hecho, no habrá duda alguna a final de mes de si las cuentas están o no correctas. Así, considera que «será moito máis fácil poñer multas, porque por un despiste podes ter problemas, como ir a unha comida e perder o ticket e non declaralo, por exemplo». «Ahora mismo  non pasa nada, pero con este sistema, que pasa se o mete un e ti non o metiches?», se pregunta. Con todo, «como vai ser obligatorio non nos queda outra, sexa mellor ou sexa peor», precisa este estradense.

Rubén es consciente de que habrá mucho más control en las transacciones diarias tanto de los autónomos y los empresarios como de la gente de a pie, pero «por algo o farán, non sei se ben para nós ou non, normalmente todo se fai para evolucionar».

«Yo tengo que pagar para que ellos controlen mis números»

«A mi el nuevo sistema de facturación me parece bien porque en cierta forma tienes todo más controlado. Pero hay un hándicap que no me hace ninguna gracia,  y es que el estado me obliga a mí a pagar ese servicio«. Así se expresa Damián Diéguez, autónomo, que ejerce su actividad en la Barbería Damián, en Barro, que en su caso debe pagar alrededor de 150 euros al año para mantenimiento de esta «exigencia» por parte del Estado, «para que esté conectado a internet para que ese método pueda funcionar». «Es lo que a mí no me parece normal, que yo tenga que pagar para que ellos controlen mis números», sentencia este barbero de Barro.

IMG-20251105-WA0070
Damián Diéguez. DP

Con respecto al tema de que este sistema posibilita un mayor control por parte de la Administración estatal, «no me parece bien ni mal», pero el sobrecosto que tienen que asumir sobre todo los autónomos está fuera de lugar, opina. «A mí no me parece normal que ellos pongan una norma y que a mí me sea un sobrecoste en mis gastos».

No considera, con todo, que esta nueva manera de facturar incremente el trabajo en su día a día. «Yo al final, una vez que cobro, meto todo en el ordenador. Me es indiferente que vaya para ellos o no», dice. Esto, en cuanto al sistema diario. «Lo que me toca las narices es que yo tenga que pagar un mantenimiento anual», añade. Con respecto al control que supondrá este nuevo sistema de facturación, Damián Diéguez asegura que en su caso no le afectará, pero cree que en las grandes empresas sí tendrán más complicaciones, pues dudarán si «meter alguna factura por si puede estar mal». «Lo que va a pasar es que al final del día, a final de semana o al final del mes la gente facturará lo que quiera«, sostiene. En su caso, afirma, no influirá porque «son tickets pequeños», pero «imagínate en una empresa grande, una factura de mil euros, recurrirla». «Por lo que me estuvieron explicando es un jaleo, tienes que informar de ello, rectificarlo…», cuenta, lo que a su parecer es muy complicado. «Tú imagínate que en un bar se equivocan al tickar algo, ya no van ni a borrarlo por el jaleo que le va a llevar rectificar ese ticket», precisa.

Para terminar, Damián considera que «cada vez te están metiendo más presión«. Y es que, si los empleados no fichan, por ejemplo, responsabilizan al pequeño empresario. «Todo es responsabilidad mía, te lleva a no tener empleados», señala. «Cada vez nos meten más presión», concluye.