Las claves
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El director general de la BBC, Tim Davie, y la máxima responsable informativa, Deborah Turness, han dimitido tras un informe interno que acusa a la cadena de «sesgo sistemático» a favor de posiciones de izquierda.
El informe señala como casos graves la cobertura del asalto al Capitolio de 2021 y la guerra en Gaza, criticando la edición de un discurso de Trump que, según el informe, alteró el contexto original.
La polémica por el documental «Trump, ¿segunda oportunidad?» y las críticas a la cobertura del conflicto de Gaza han intensificado las presiones sobre la BBC y su cúpula directiva.
Partidos políticos británicos han aprovechado la dimisión para exigir reformas profundas en la BBC y advierten sobre el futuro de la cadena, que debe negociar su financiación antes de 2027.
El director general de la BBC, Tim Davie, ha presentado su dimisión este domingo tras verse presionado por un informe interno que señalaba a la cadena británica por mantener un «sesgo sistemático» en sus coberturas. La máxima responsable de la rama informativa de la cadena, Deborah Turness, también ha dimitido.
Aunque Davie ha afirmado irse «por decisión propia», su figura ha estado rodeada de polémica durante sus cinco años en el cargo. El asesor independiente que firma el informe que ha provocado su caída critica a la cadena por su «grave sesgo» en la cobertura del asalto al Capitolio de enero de 2021 o la guerra en Gaza.
Su salida llega después de un choque con la Casa Blanca. En concreto, a raíz de un reportaje de investigación en el que la BBC unía dos frases de Donald Trump (pronunciadas en dos momentos diferentes) para enfatizar su papel instigador en la turba que asaltó la sede del Congreso norteamericano tras la victoria de Joe Biden en 2020.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, salió al paso acusando a la BBC de ser «fake news» (noticias falsas), una expresión habitual en el vocabulario de Trump.
La BBC preparaba una disculpa, pero Davie, como máximo responsable, se ha adelantado. Admite haber cometido un «error» por la edición del discurso del presidente estadounidense y considera la renuncia como el paso necesario para «asumir su responsabilidad».
La polémica por el documental Trump, ¿segunda oportunidad? se une a las críticas y las presiones que desde hace tiempo rodeaban a la cúpula de la cadena por su presunto sesgo contrario a Israel en sus coberturas del conflicto de Gaza.
El documental, realizado por la compañía October Films para el programa Panorama, se emitió ocho días antes de las últimas elecciones presidenciales en EEUU, celebradas en noviembre de 2024.
Sin embargo, el caso ha estallado a principios de la pasada semana, cuando el diario The Telegraph publicó un informe interno en el que un asesor independiente expresaba sus reservas por el enfoque del documental.
En concreto, el asesor pone el foco en la edición de un segmento en el que el republicano parecía incentivar explícitamente el asalto al Capitolio, que se saldó con cinco fallecidos, 300 detenidos y una imagen que amenazó la normalidad democrática e institucional del país.
La edición sugería que Trump tuvo una participación directa al alentar a la multitud con la siguiente frase: “Vamos a marchar hacia el Capitolio y estaré allí con ustedes, y lucharemos. Lucharemos con todas nuestras fuerzas”.
Sin embargo, estas palabras fueron extraídas de fragmentos de un discurso de Trump aquel día, con la salvedad de que fueron pronunciados con casi una hora de diferencia entre una frase y la otra.
Reacción de Trump
Trump no tardó en celebrar la noticia a través de una de sus habituales publicaciones en su red social, Truth Social.
.»Los altos cargos de la BBC, incluido TIM DAVIE, el JEFE, están dimitiendo o siendo DESPEDIDOS porque les han pillado ‘manipulando’ mi excelente (¡PERFECTO!) discurso del 6 de enero. Gracias a The Telegraph por desenmascarar a estos ‘periodistas’ corruptos», dijo el mandatario.
«Son personas muy deshonestas que intentaron influir en el resultado de las elecciones presidenciales. Por si fuera poco, son de un país extranjero, uno que muchos consideran nuestro aliado número uno. ¡Qué terrible para la democracia!», ha añadido.
La portavoz de la Casa Blanca también ha reaccionado a la dimisión de Davie a través de su cuenta de X con una publicación en la que refleja dos capturas de pantalla y dos palabras de forma irónica.
La primera imagen muestra la noticia de The Telegraph que se hace eco de las críticas de Washington a la BBC, mientras la segunda recoge la noticia de la dimisión del directivo.
Además, Leavitt acompaña su publicación de dos palabras: shot y chaser. Ambas hacen referencia a una expresión en inglés según la cual shot (en español, chupito) representa un trago de una bebida fuerte, como vodka o tequila; y chaser, en referencia a una bebida más suave que se toma a continuación para aliviar la garganta, como agua o zumo.
Aunque el autor del informe, Michael Prescott, ha asegurado que su trabajo no responde a «agendas políticas», los partidos en la oposición están tratando de rentabilizar la dimisión de Davie y atacar a la BBC por su supuesto sesgo.
El Partido Conservador británico y la formación de derecha populista Reform UK advirtieron este domingo a la BBC de que tiene «una última oportunidad» para cambiar,
La dirigente del Partido Conservador y jefa de la oposición, Kemi Badenoch, celebró la dimisión a través de un comunicado, pero sostiene que los fallos en la BBC «van mucho más allá» y requieren «medidas firmes», sobre todo en su cobertura de Oriente Medio y su edición en árabe.
El líder de Reform UK, Nigel Farage aseguró que la BBC está ante «su última oportunidad», ya que de no cambiar, mucha gente dejará de «pagar la licencia», en alusión al canon que abonan los ciudadanos británicos por tener un televisor.
Sus palabras llegan en un momento en el que la cadena ha de entablar negociaciones con el Gobierno británico que atañen a su futuro y su financiación, pues la licencia actual expira en 2027 y los contratos han de revisarse antes de esa fecha.
Otras polémicas
El informe interno también reflejaba otras áreas «preocupantes» por lo que se consideraban «problemas sistemáticos de sesgo» y falta de medidas para combatirlo.
En uno de estos apartados se hace referencia a la cobertura que la edición árabe de la BBC (BBC Arabic) ha realizado de la guerra en Gaza en los últimos años.
El informe también pone el foco en algunos de los colaboradores de la cadena que habían comparado a los judíos con «Hitler» en sus redes sociales por las acciones del gobierno de Benjamin Netanyahu.
El documental Gaza: cómo sobrevivir en una zona de guerra ya recibió fuertes críticas después de que se revelase que el narrador del mismo era hijo de un miembro de Hamás sin que la cadena británica tuviera conocimiento sobre ello.
Los cinco años que Davie se ha mantenido en el cargo también han dejado una polémica cobertura del festival de Glastonbury y coincidido con la salida del exfutbolista Gary Lineker, una de las voces autorizadas en la sección deportiva de la BBC.
Entonces, durante la actuación del rapero Bob Vylan, el cantante realizó unos cánticos en los que deseaba la «muerte» a los soldados del ejército de Israel. La cadena pudo cortar la emisión, pero no lo hizo, desatando un aluvión de críticas.
El canal público también vio apartado del cargo después de tres décadas vinculado a la empresa por acusaciones de presunto antisemitismo o por criticar la política migratoria del Reino Unido.
Lineker fue suspendido de sus labores por haber criticado en las redes sociales la política migratoria del Gobierno del ex primer ministro Rishi Sunak, llegando a compararla con la de la «Alemania de los años treinta».